A Matías Llorente, secretario general de la organización agraria UGAL-UPA, un físico le dijo que, con el cambio climático, el campo iba a sufrir periodos cortos e intensos fuera de época y el año 2016 y lo que llevamos de 2017 confirman esa teoría, después de meses de lluvias e inundaciones, la provincia sufre la escasez de precipitaciones desde el verano. Además, no solo no llueve, sino que las montañas no acumulan nieve que es la que, con el deshielo, llena los pantanos. Con esta situación, Llorente, no duda en calificar el momento actual de “muy preocupante” y afirma que los secanos están teniendo una “mala nascencia, con mucho retraso y eso puede ocasionar problemas serios en el desarrollo”.
En el caso de los regadíos el futuro depende de los embalses y los datos no son nada halagüeños: Villameca está al 18% (3,6 hectómetros cúbicos de 20 totales) de su capacidad, Barrios de Luna al 25% (78,3 hectómetros de 308) , el Porma al 31 (100 hectómetros de 317) y Riaño al 37% (243 hectómetros de 651). De los cuatro, explica Llorente, solo se podría regar de Riaño porque el agua que acumula el resto es para caudal ecológico, abastecimiento de industria y población y la propia reserva que debe mantener el pantano, es decir “apenas el 18% sería para riego”.
Para “revertir” la situación actual debería llover y nevar bastante en enero, si no, “será difícil sacar el secano adelante porque hay problemas en las nascencias y todo lleva mucho retraso”.
Por otro lado, en remolacha, quedan 1.300 hectáreas por sacar que “lo están pasando mal porque no llueve y están tirando del agua que ya tiene para sobrevivir”, de momento el desarrollo va bien y Llorente espera que estos meses de retraso “hayan repercutido en desarrollo y riqueza, hasta ahora la entregada tenía 85% de polarización”
Los datos de la sequía
El 21 de diciembre cayeron en León 'cuatro gotas', apenas un litro por metro cuadrado, la última lluvia significativa fue el 15 de diciembre con apenas 6 litros por metro cuadrado, pero lo más destacado es que en otoño llovió un tercio de lo normal. Según explica Jesús Gordaliza, jefe de predicción de la AEMET Castilla y León lleva “casi un mes sin llover y eso se debe a un anticiclón de bloqueo que no deja entrar los frentes atlánticos que traen lluvia y nieve”, según el observatorio que la AEMET tiene en La Virgen del Camino.
En 2016 se registraron 509 litros por metro cuadrado, cuando la media de los últimos 30 años son 515 litros, a priori podría parecer un año normal, pero en análisis detallado demuestra que no es así, llovió mucho al inicio del año, de hecho hace un año las precipitaciones nos acompañaban a diario, pero en los últimos 6 meses “ha habido un déficit muy significativo”, en septiembre, octubre y noviembre cayeron 93 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son 297.
A corto plazo la situación no va a cambiar, estos días se espera nieve en las zonas de montaña, pero no lluvia en la zona de la meseta. Según la predicción estacional, el invierno tendría temperaturas normales y precipitaciones normales o algo superiores, pero “de momento no está nada acertado” porque está siendo “seco” y con temperaturas “por debajo de lo normal”.
