
El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha visitado hoy, 9 de mayo, una plantación de nogales y una instalación envasadora y almacenadora de nueces, que se encuentran ubicadas en los términos municipales de Bocos de Duero y de Curiel de Duero, por lo que ha estado acompañado de los alcaldes de ambas localidades, Luis Mínguez y Jesús Granado, respectivamente.
Jesús Julio Carnero ha señalado que la importancia de esta visita “radica en la apuesta de un grupo de emprendedores por la puesta en marcha de una explotación de un cultivo tradicional en otras zonas, pero alternativo en nuestra provincia, y cuya explotación cuenta con muchas posibilidades de suponer una mejora en la rentabilidad de sus explotaciones agrarias”.
[[{“fid”:”40081″,”view_mode”:”media_original”,”type”:”media”,”attributes”:{“height”:466,”width”:700,”style”:”width: 400px; height: 266px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: left;”,”class”:”media-element file-media-original”}}]]En este sentido ha recordado que “la Diputación de Valladolid viene firmando en los últimos años una serie de convenios con el INEA para avanzar en el estudio de las posibilidades de diferentes cultivos alternativos y, precisamente, los nogales es uno de los diez nuevos cultivos propuestos por los investigadores”.
100 HECTÁREAS DE NOGALES
Las localidades de Bocos de Duero y Curiel de Duero albergan una extensión de alrededor de 100 hectáreas de nogales, que se ampliarán en breve con 60 hectáreas más, y que corresponden a dos grupos diferentes de emprendedores: Nueces de la Ribera SL, con Óscar Mínguez y Jesús San José como principales responsables, y Nogales del Duero SL, representada por los hermanos Ignacio Escudero y Juan Manuel Escudero.
Los nogales tardan 10 años en alcanzar el nivel óptimo de producción, cifrado en un año intermedio en torno a los 4.000 kg./Ha., si bien empiezan a ser productivos a partir de los 5-6 años de su plantación.
El nogal se considera un producto alternativo muy atractivo, con una excelente adaptación a la meseta castellana, donde otros frutales no son recomendables por las heladas tardías de primavera. Económicamente, aporta una alta rentabilidad en el mercado español tanto por la calidad de la nuez nacional como por el hecho de que la producción está muy por debajo del consumo medio anual. A ello hay que unir que, al tratarse de un fruto seco, es de fácil conservación en almacén hasta un momento óptimo de mercado para su comercialización.
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