La Cámara Agraria Provincial de Zamora celebró el pleno ordinario donde se aprobaron las cuentas del 2022, se presentaron las de 2023 y se hizo balance de un año “muy complicado” para el sector.
El presidente del órgano Agropecuario zamorano, José Roales, reconoció a AGRONEWS CASTILLA Y LEÓN que “tenemos las cuentas saneadas y con una viabilidad en el tiempo bastante amplia, en ese aspecto estamos tranquilos, pero todos los años lo decimos que los ingresos van mermando por el escaso arriendo de pastos ya que cada vez hay menos ganaderos”. Hay que recordar que este organismo se nutre de los ingresos que llegan por el arrendamiento de pastos.
Este año la Cámara Agraria destinó parte de su presupuesto para la colaboración y la ayuda en los incendios que sufrió la provincia el pasado verano en la Sierra de la Culebra. En este sentido compraron un camión de sacos de pienso a la cooperativa Cobadu para los ganaderos de la comarca de Tábara afectados por el fuego y que se repartió por parte de la Unidad Veterinaria de esa zona.
La asamblea aprobó también los movimientos patrimoniales de las distintas Juntas Agropecuarias Locales que todavía están en la provincia y que se sitúan en torno a 150 JAL.
Los ingresos de la Cámara Agraria dependen de los arriendos que se lleven a cabo por los pastos que se gestionan en las diferentes Juntas Agropecuarias Locales. El presidente de la Cámara Agraria alerta de la situación que “venimos notando desde hace unos años que tiene que ver con un descenso de los ingresos que cada vez es mayor, es un descenso pequeño pero constante, por eso nos tememos mucho que a partir de ahora esta caída de los ingresos sea cada vez mayor”.
José Roales explica a que se debe esta situación al señalar que “cada vez se arriendan menos pastos por parte de los ganaderos debido a dos razones, por un lado a que las ovejas que tienen los pastores son de muy alta producción y que estos animales no están adaptados a andar por el campo así que los ganaderos arriendan cada vez menos los pastos y, por otro lado, cada vez hay menos ganaderos, el relevo generacional cada vez es más escaso y esto es una tónica del campo zamorano que es muy preocupante”.
En este sentido, el presidente de la Cámara Agraria Provincial de Zamora lo tiene muy claro “yo personalmente creo que a la ganadería ovina en esta provincia le queda muy poca vida porque no hay relevo generacional”.
Con respecto a la campaña agraria de este año, José Roales señala que “las abundantes lluvias que han caído estos meses devuelven la esperanza a los agricultores y ganaderos aunque hay que tener mucha precaución porque el precio del gasóleo no ha bajado, las semillas tampoco, el abono mineral lo mismo y los fitosanitarios han vuelto a subir”. De cualquier forma, señala que “si la climatología sigue siendo favorable y hay una cosecha decente de cebada creo que la ganadería puede sostenerse en este año, a pesar de los elevados precios de los insumos, siempre y cuando no vuelva a bajar el precio en origen de la leche y de la carne”.