El pedrisco vuelve a golpear con fuerza la provincia de Jaén , provocando estragos en la ya mermada cosecha del olivar. Tras años de luchar contra una sequía severa que ha dejado cicatrices profundas en la producción agrícola, los olivareros de la región se enfrentan ahora a un nuevo adversario: las tormentas de granizo, que en las últimas semanas han dejado daños catastróficos en múltiples localidades.
Impacto Catastrófico en la Producción del Olivar
En la última semana, varias tormentas de granizo han golpeado con fuerza diferentes puntos de la provincia de Jaén, generando caídas masivas de frutos . Según datos proporcionados por ASAJA-Jaén, los porcentajes de daños oscilan entre el 20% y el 90% dependiendo de la zona afectada. Esto significa que, en las áreas más castigadas, nueve de cada diez olivas han caído al suelo, sin posibilidad de ser aprovechadas, lo que representa una pérdida económica devastadora para los agricultores.
El primer episodio significativo se registró el 21 de agosto , cuando una fuerte tormenta de granizo afectó amplias zonas de la provincia. Los municipios de Pegalajar, Cambil, Cárcheles, Ibros, Úbeda, Torreperogil, Sabiote, Canena y Peal de Becerro fueron algunos de los más impactados. Dos días después, el 23 de agosto , otra tormenta volvió a golpear, esta vez centrándose principalmente en la zona de Beas de Segura . Según informes de ASAJA-Jaén, todavía se están recibiendo llamadas de nuevas áreas afectadas, lo que sugiere que el alcance total de los daños podría ser aún mayor.
Efectos a Largo Plazo en el Sector Agrícola de Jaén
Las tormentas de granizo no solo afectan la cosecha inmediata, sino que también pueden tener consecuencias a largo plazo en los olivares. El impacto físico sobre los árboles , que incluye daños en ramas y hojas, puede reducir la productividad en años posteriores. Además, la pérdida de fruto y el daño a los árboles generan una merma significativa en los ingresos de los agricultores , quienes ya están lidiando con márgenes de beneficio reducidos debido a los altos costos de producción y los precios volátiles del aceite de oliva.
La sequía que ha azotado a la provincia en los últimos años ya había dejado a los olivareros en una situación precaria. Con la llegada del granizo, las perspectivas para la próxima campaña se tornan aún más sombrías. El futuro del olivar en Jaén , que es una de las principales fuentes de empleo y riqueza en la región, se ve amenazado por estas adversidades climáticas cada vez más frecuentes e intensas.
La Respuesta de ASAJA-Jaén y los Agricultores
Ante esta situación crítica, ASAJA-Jaén ha comenzado a recopilar partes de daños y ofrecer asesoramiento a los agricultores afectados. La organización ha subrayado la importancia de notificar los daños a las aseguradoras lo antes posible para agilizar las posibles indemnizaciones. Sin embargo, se teme que en muchos casos las compensaciones no sean suficientes para cubrir las pérdidas sufridas, dado el elevado porcentaje de daño en algunas zonas.
Por otro lado, algunos agricultores han expresado su preocupación por la frecuencia creciente de estos fenómenos meteorológicos extremos . Las tormentas de granizo, que solían ser eventos aislados, ahora parecen ser un riesgo estacional recurrente, lo que aumenta la vulnerabilidad del sector agrícola. Ante esta realidad, la necesidad de implementar estrategias de adaptación y mitigación se hace cada vez más urgente. Esto podría incluir desde el desarrollo de sistemas de protección física para los cultivos hasta la investigación de variedades de olivo más resistentes a los impactos climáticos.
Los municipios más afectados
Los municipios que han sufrido los mayores daños son también aquellos donde el olivar es la principal actividad económica. En localidades como Pegalajar, Cambil y Cárcheles , el pedrisco ha provocado una verdadera catástrofe agrícola . Los olivareros de estas zonas reportan que hasta un 90% de la cosecha ha caído al suelo , una pérdida que no solo afecta a la producción de este año, sino que también podría impactar en la calidad y cantidad de las futuras cosechas.
En Ibros y Úbeda , aunque el porcentaje de daños ha sido algo menor, con estimaciones en torno al 50-60%, la situación sigue siendo grave. La caída de frutos y el daño a los árboles se traducen en pérdidas económicas significativas . Además, las tormentas han dejado huellas visibles en el paisaje , con olivares que muestran ramas quebradas y hojas arrancadas por la fuerza del granizo.
Por su parte, en Beas de Segura , la tormenta del 23 de agosto ha sido la más devastadora de los últimos años. Los olivareros de esta zona están aún evaluando los daños, pero las primeras estimaciones indican que entre un 30% y un 70% de la cosecha ha sido afectada, dependiendo de la localización específica dentro del término municipal.
La Recuperación: Un Camino Lleno de Desafíos
La recuperación de los olivares dañados por el granizo no será fácil. Los agricultores deberán invertir en la poda de ramas afectadas , tratamientos fitosanitarios para prevenir enfermedades derivadas de las heridas en los árboles, y en algunos casos, replantación de nuevos árboles en las áreas más dañadas. Todo esto implica costos adicionales que se suman a las pérdidas directas de la cosecha.
Además, el mercado del aceite de oliva podría verse afectado por la reducción de la oferta debido a los daños en la producción. Con una menor cantidad de aceitunas disponibles, es probable que los precios del aceite se incrementen, lo que podría tener un efecto en cadena en la economía local y nacional.
El pedrisco ha dejado una huella profunda en la provincia de Jaén, una región que ya estaba luchando por superar los efectos de una sequía prolongada. Los daños en la cosecha de olivar , que en algunas zonas alcanzan hasta el 90%, representan una amenaza seria para el sustento de millas de agricultores y para la economía agrícola de la región. La respuesta de ASAJA-Jaén y la solidaridad entre los agricultores serán cruciales para afrontar esta crisis. Sin embargo, la creciente frecuencia de estos fenómenos climáticos extremos subraya la necesidad de adaptar las prácticas agrícolas y fortalecer las políticas de apoyo al sector para garantizar la sostenibilidad del olivar en Jaén.
