El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha publicado en la página Web de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) las recomendaciones finales del estudio sobre el sistema de seguros agrarios con el horizonte 2025, desarrollado por la Subdirección General de Análisis, Prospectiva y Coordinación, en el que se analizan los retos y oportunidades que se presentan en el sistema a medio y largo plazo, para tener en cuenta a la hora de definir la estrategia de actuación del Ministerio en ese ámbito.
El estudio, que giró en torno a la pregunta clave ¿Cómo te gustaría que fuese el Sistema de seguros agrarios en 2025?, se estructuró en tres fases que se iniciaron con entrevistas en profundidad a distintos agentes como empresarios agrarios, aseguradoras y Organizaciones Profesionales Agrarias. En la segunda fase se organizaron mesas de trabajo en las que se debatió sobre “los agentes en el sistema”, “¿Qué aseguramos?”, “la financiación del seguro” y el “fomento de la implantación del seguro”, para terminar con cuatro foros de debate en los que se profundizó sobre las recomendaciones preliminares alcanzadas en la fase previa.
Participaron 71 expertos procedentes de los principales organismos y entidades públicas y privadas que intervienen en el sistema español de seguras agrarios, y se obtuvo una amplia visión sobre las oportunidades, debilidades y fortalezas del sistema.
Las recomendaciones finales, extraídas en ese proceso de análisis, han sido ahora publicadas por ENESA, estructuradas en cuatro ejes principales.
RECOMENDACIONES FINALES
El primer eje se centra en la transparencia y accesibilidad del sistema. Las conclusiones apuntan, entre otros aspectos, la necesidad de mejorar la coordinación y la transparencia de información entre los agentes del sistema; la conveniencia de profundizar en la coordinación entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas, utilizando la Conferencia Sectorial como herramienta de diálogo, y la importancia de reforzar el papel de ENESA como árbitro entre los intereses de los distintos agentes y asegurados.
En el segundo eje dedicado al uso eficiente de los recursos para llegar a nuevos riesgos se señala la importancia de mejorar la coordinación con otras políticas nacionales e internacionales; de impulsar una posición proactiva en la Unión Europea para que entiendan y valoren los logros del sistema español de seguros agrarios, y de adaptar el procedimiento de concesión de subvenciones para realizar el pago de la subvención en el momento de la contratación.
En el tercer eje, centrado en la cultura de gestión de riesgo en el sector, se incide en el interés de trabajar por un pacto de Estado para que todas las administraciones mantengan una línea común de actuación en materia de seguros agrarios; la utilidad de crear mecanismos para dar a conocer de forma eficaz el seguro a todos los empresarios agrarios y la necesidad de una mayor implicación de las compañías aseguradoras para lograr nuevos asegurados.
Por último, en el cuarto eje centrado en el análisis e investigación, se recoge la conveniencia de estudiar en profundidad la posible aplicación de un seguro de ingresos en cultivos en regiones determinadas; la necesidad de analizar la viabilidad de la puesta en marcha de un seguro de rentas y de estudiar los mecanismos que mejoren el sistema de cara a la fidelización, implantación y permanencia de los asegurados.