Con este son tres ya los ataques de lobo que Juan María García, ganadero de Bañobárez, ha sufrido en su explotación de vacuno de carne. Como los anteriores de hace dos meses, el depredador ha vuelto a dar muerte a una becerra, en esta ocasión de nueve meses de edad y que su ganadero reservaba para reposición, por lo que al daño material, estimado en unos 750 euros, se suma el lucro cesante por el retraso que su explotación sufrirá en la producción, afectando de este modo a su rentabilidad. El ataque se producía en la zona conocida como Los Propios, donde el ganadero mantiene una partida de vacas con varias becerras. Con este, los daños ocasionados por el lobo a su explotación suman más de 2.300 euros, además del lucro cesante.
El último ataque denunciado en esta localidad de la comarca de Vitigudino se producía hace un mes, cuando otro ganadero también sufría la pérdida de una becerra de más de 300 kilos.
La predilección del depredador por presas de mayor tamaño confirma las manifestaciones de los ganaderos respecto a la presencia de varios ejemplares de lobo en la zona.
A pesar de la contundente respuesta de los ganaderos en la manifestación que protagonizaban el pasado 30 de septiembre en Lumbrales, y el constante goteo de ataques en la zona, la Junta de Castilla y León continúa sin tomar medidas a pesar de que, como media excepcional, cuando se ha comprobado la reiteración de ataques al ganado, la Dirección General del Medio Natural puede autorizar el control de los animales que causan daños al sur del Duero. Como señalaba el sindicato ASAJA en el último ataque denunciado en esta localidad, el nuevo suceso demuestra “la ineficacia de la Junta de Castilla y León, que lleva varias semanas intentando sacrificar un lobo en Arribes sin conseguirlo, mientras que los vecinos de la zona avistan al lobo a plena luz del día en determinadas zonas”.
El hartazgo que sufren los ganaderos está calando entre la población como una desafección de la población respecto a la protección que del medio rural deben ejercer las administraciones públicas, especialmente hacia la Junta de Castilla y León. Este hecho se ponía de manifiesto en la reunión que el pasado martes celebraba el pleno de la Mancomunidad de Vitigudino, donde quedó patente un malestar generalizado con la Administración autonómica.
Miguel Corral – www.salamancartvaldia.es
