Un otoño muy cálido, el quinto con mayor registro de temperaturas del siglo XXI. Con ese balance concluye esta estación que ha estado caracterizada, frente a lo ocurrido el año pasado, un mayor número de precipitaciones y un promedio de 125 a 210 litros por metro cuadrado en toda Castilla y León, cuatro veces más que el seco 2017.
Sin embargo tal y como han recordado desde la Agencia Estatal de Meteorología, las altas precipitaciones tampoco han favorecido al campo de la comunidad, que en cultivos como la remolacha han visto más perjudicados sus rendimientos: “El otoño ha sido muy cálido con precipitaciones normales se ha caracterizado por meses como septiembre y octubre con episodios de inestabilidad como tormentas, deja lluvias como tormentas que dejan gran cantidad pero poca uilidad” señala Juan Pablo Álvarez delegado de la AEMET en Castilla y León en una comparecencia a la que ha acudido Agronews.
El mes que “mejor” se ha portado ha sido noviembre, después de un septiembre extremadamente cálido y un octubre casi más veraniego que otoñal. Lo que llega, parece estar más en sintonía con lo previsto aunque con temperaturas también por encima de lo normal. El invierno que hará acto de presencia a las 23:20 horas de la noche del próximo viernes día 21 traerá consigo la entrada de un frente nuboso que podría dejar precipitaciones hasta final de semana.
EN DOS DATOS
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La temperatura media durante el otoño ha sido de 13,8 grados lo que supone un grado y medio más que la media registrada en los últimos años. -
Hasta mediados del mes de noviembre no se registró la primera helada de este año.
Sin embargo la Nochebuena y la Navidad el tiempo parece que respetará la climatología y habrá ausencia de lluvias. Eso sí, la protagonista será la niebla: “Desde el 24 y 25 tendremos este fenómeno con el que hay que tener mucho cuidado. Los ciudadanos de Castilla y León estamos acostumbrados a conducir con niebla, no es por presumir, pero muchos de los que transitarán con sus coches por la meseta no, por lo que hay que extremar la precaución” avisa.
A partir de ahí las lluvias estarán presentes en toda la semana de Nochevieja y Año Nuevo y se podrían extender a partir de la primera semana de enero, después de Reyes. Serán estos frentes los que, según recuerda Álvarez, dejarán precipitaciones en forma de nieves en cotas bajas de menos de 2.000 metros en toda la comunidad y, por ello, también se vuelve a incidir en el cuidado a la hora de transitar. La buena noticia, que esas nieves traerán una buena remanente de agua que, a buen seguro, ayudará a los pantanos la próxima primavera, aunque los datos a día de hoy son más que positivos. Así pues, toca abrigarse. El invierno está llegando.
