El Gobierno de Cantabria y la Asociación de Ganaderos de Montaña trabajan en común para facilitar la convivencia del lobo y las actividades ganaderas

Agronews Castilla y León

17 de agosto de 2015

lobo

La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación y la Asociación de Ganaderos de Montaña de Cantabria (AGAMOCAN) han expresado su «coincidencia casi total» en la búsqueda de fórmulas para lograr la «convivencia» entre la fauna silvestre y las actividades ganaderas, después de la reunión que han celebrado esta mañana para analizar y estudiar los diferentes problemas existentes de interés mutuo.

A la reunión, que se ha prolongado por espacio de más de dos horas y que ha sido calificada por ambas partes de «muy satisfactoria», han asistido el titular de la Consejería, Jesús Oria; el director general de Medio Rural, Antonio Lucio, y los representantes de la Junta Directiva de AGAMOCAN, encabezados por su presidenta Ana Belén Mier.

«Compartimos prácticamente el 100% de los planteamientos que nos han hecho en relación con los puntos de vista para lograr la convivencia entre la fauna salvaje, la fauna silvestre, y las actividades ganaderas», ha manifestado el consejero Jesús Oria, al finalizar el encuentro, valoración que ha compartido «en su totalidad» la presidenta de la Asociación, Ana Belén Mier.

Este grado de convergencia en los criterios de las dos partes sobre el encuentro se ha mantenido y repetido a lo largo de las respectivas intervenciones.

Así, la administración «comprende y comparte» con los ganaderos que los daños que producen algunas especies hacen difícil mantener la actividad ganadera en algunas zonas de Cantabria; particularmente, el lobo y el buitre son las especies que más problemas están causando.

En este sentido, la Consejería comprende también que el retraso en el pago de los daños es un grave problema para lograr «esa convivencia», por lo que se ha recordado que, desde enero de este año 2015, existe un seguro para cubrir dichos daños, al tiempo que se va a hacer un esfuerzo suplementario, destinando más personal a solventar los expedientes pendientes desde mediados de 2011.

Además, y en esta misma línea de trabajo, Oria también comparte el punto de vista de los ganaderos sobre la compatibilidad entre conservación de las especies y la actividad ganadera, siempre y cuando «aseguremos» la necesaria rapidez en el pago de los daños y hallemos fórmulas para compensar, a los ganaderos que viven en zonas con mayor número de animales salvajes, los esfuerzos adicionales que tienen que hacer respecto a los ganaderos que no sufren este tipo de problemas, buscando ayudas que reconozcan este esfuerzo añadido y también realizando el adecuado control poblacional de especies como el lobo.

En este contexto, se ha invitado a AGAMOCAN, empresa que agrupa a más de 800 ganaderos de todas las zonas de Cantabria, a participar en la Mesa del Lobo que se ha constituido, a lo que se han mostrado favorable, ya que el departamento que dirige Jesús Oria considera «muy valiosa» la aportación de la Asociación para llegar a un documento de consenso, lo que el consejero ha denominado en algún momento un `Pacto social' para la gestión del lobo en Cantabria.

Otros temas

En el transcurso de la reunión, se han abordado otros asuntos como el relativo al saneamiento ganadero, y las pruebas que se realizan sobre la tuberculosis o brucelosis, siempre «con la intención» de facilitar el trabajo de los ganaderos y también asegurar el estado sanitario de la cabaña.

Asimismo, se han tratado las quemas controladas y los desbroces, que ambas partes consideran la mejor medida para evitar los incendios, y, si es posible, con los medios que tiene la administración o consiguiendo más medios económicos, incrementar los esfuerzos en los desbroces, así como la elección de las mejores zonas a desbrozar y también las labores necesarias de mantenimiento de esos desbroces.

Las dos partes vuelven a coincidir que los incendios son un problema para el medio ambiente de Cantabria y para la naturaleza, por lo que «colaboraremos en eliminar al máximo los incendios», utilizando los desbroces y las quemas controladas como mecanismos de gestión de pastos.



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