El informe del 29 de junio del Consejo Internacional de Cereales, IGC por las siglas en inglés, refleja una reducción de 4 millones de toneladas de la producción mundial en relación a la previsión anterior hasta situarla en los 2.049 millones de toneladas, muy inferior a la todavía no cerrada de 2016/2017 cuando fueron 2.124 millones, siendo la sequía y el calor las grandes responsables de esa disminución.
El consumo mundial, igualmente, vive una ligera caída en relación a las previsiones lanzadas en mayo de 2 millones de euros hasta los 2.084 millones, lejos de las cifras alcanzadas en la cosecha previa de 2.090.
Por lo que se refiere al trigo, se anuncia una reducción de la cosecha en comparación al mes anterior de un millón de euros hasta los 735 millones de euros, cifra inferior a las dos últimas campañas cuando fueron de 738 y 754 millones en 15/16 y 16/17. En cuanto al consumo cae en tres millones en relación al informe de mayo hasta los 735 millones, y esa cantidad es la que se sitúa por debajo del dato de la campaña 2016/2017, que ha sido la cifra más alta de la historia.
En cuanto al maíz, la producción en la 2017/2018 se situaría, según el Consejo Internacional de Cereales, en los 1.025 millones de toneladas, un millón menos que en el documento de mayo, siendo la segunda mejor cosecha de la historia sólo superada por la 16/17 cuando se llegó a los 1.069 millones. Por el contrario, en el informe actual, se eleva el consumo mundial de este producto hasta los 1.055 millones.
Para acabar señalar que el IGC fija la producción mundial de soja en los 348 millones de toneladas la misma cifra que en el informe de mayo, dato que es inferior en tres millones de toneladas al de la campaña 2016/2017 cuando llego a los 351 millones de euros. El consumo se eleva hasta los 352 millones de toneladas, el nivel más alto de la historia.
