La viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, aseguró hoy que Junta tomará las medidas que sean necesarias para acabar con el aumento de población de topillos en algunos municipios de la Comunidad tras la reunión del Comité Científico de Lucha contra las Plagas Agrícolas de Castilla y León del próximo día 12 de febrero de la que saldrán las acciones que deban llevarse a cabo. En este sentido, recordó que este órgano asesor, integrado por representantes de todas las universidades de Castilla y León, ya ha celebrado dos reuniones después de que se detectará el aumento de esta población y se pusieron en marchas actuaciones concretas en las zonas afectadas en las provincias de Segovia, Salamanca, Ávila y Palencia.
De hecho, el Comité tuvo una última reunión el pasado 8 de enero en la que decidió complementar las actuaciones habituales, quemas y limpieza de cunetas, con la utilización de producto químico con un riguroso control de su uso. Un producto que el Gobierno autonómico tiene preparado por si fuera necesario.
La viceconsejera recordó que el campo está monitorizado lo que permite tener un conocimiento real de la situación y tomar las decisiones adecuadas como la quema controlada de cunetas, que en muchas ocasiones no se han podido realizar por la climatología.
«No estamos en una situación preocupante. No estamos ante una plaga», precisó la viceconsejera. Pascual realizó estas declaraciones tras mantener una reunión con los representantes de las Organizaciones Profesionales Agrarias para trasladarles las últimas actuaciones l contra el aumento de la presencia de topillos en algunas parcelas.
El Plan Director de Lucha contra Plagas Agrícolas de Castilla y León contempla, dentro de su procedimiento específico de prevención y vigilancia relativo al topillo campesino, la monitorización sistemática geográfica y temporal del seguimiento de las poblaciones de topillo campesino. También recoge el sistema de recepción de avisos al agricultor mediante la atención directa a posibles alarmas por presencia de topillo campesino, que tiene establecidas 25 zonas de vigilancia: Ávila (dos), Burgos (tres), León (una), Palencia (seis), Salamanca (una), Segovia (tres), Soria (dos), Valladolid (cuatro) y Zamora (tres).
Este sistema ha permitido detectar en los meses de agosto y septiembre de 2013 zonas donde la población de topillos había experimentado un aumento. En concreto, en algunas parcelas de 28 municipios de las comarcas de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), de Arévalo-Madrigal (Ávila), Cuéllar (Segovia) y al este de Campos en Palencia.
Pascual también subrayó que desde que se detectó el problemas se han llevado a cabo cuatro evaluaciones sobre el terreno y, además de las quemas cuando la climatología lo ha permitido, se ha realizado la limpieza de cubierta vegetal en vías de dispersión mediante la utilización de motoniveladoras y se han traslado varias recomendaciones para los agricultores. Los representantes de las organizaciones agrarias, por su parte, coincidieron en pedir que se tomen las medidas necesarias para evitar que repita la plaga del año 2007. Más en concreto, el presidente de ASAJA en Castilla y León, Dunaciano Dujo, mantuvo que lo importante es «erradicar» el incremento de la población de topillos e hizo un llamamiento para que se aplique el «sentido común». «No podemos permitir que un foco minoritario llegue a plaga», sentenció.
El secretario regional de UPA, Julio López, recordó que no todas las medidas que se han tomado han sido eficientes por lo que abogó por poner en marcha las que sean necesarias, siempre que estén avaladas por el Comité Científico, y pidió el trabajo conjunto de todos los agentes implicados.
Finalmente, el coordinador de UCCL, Jesús Manuel Palacín, exigió una mayor rapidez en la respuesta ya que la situación es cambiante y las medidas pueden ser distintas de una semana para otra.
