El auge de la alimentación vegana abre la puerta a aumentar la producción de leguminosas

Agronews Castilla y León

27 de diciembre de 2021

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Si buscamos ‘veganismo’ en el Diccionario de la Real Academia española la definición es ésta “actitud consistente en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen animal” y es en esa alimentación vegana en la que la producción de leguminosas será clave. Así lo ha destacado el vicepresidente de la Diputación de León, Matías Llorente, que explica que en España ya hay pequeñas fábricas de harinas que molturan garbanzos, lentejas y alubias de consumo humano para producir harina con la que hacer derivados de alimentación vegana. Es una tendencia “imparable” y considera que “León tiene un papel muy importante en el aumento de hectáreas de leguminosas”. A esta tendencia alimentaria hay que sumarle también que la Unión Europea prevé, a partir de 2023, “dar ayudas, a mayores de la actuales, para incrementar la proteína procedente de leguminosas”.

Con el objetivo de producir más alubias y hacerlo con rentabilidad para los agricultores, la Diputación de León ha firmado un convenio con la Indicación Geográfica Protegida de la Alubia de La Bañeza -León para trabajar en conseguir una semilla libre de bacteriosis o ‘grasa’, la vigencia es de tres años y el importe total es de 36.000 euros. El objetivo, explicó Llorente, es que la IGP “pueda cultivar en fincas, donde no ha habido alubias hasta ahora, para conseguir semilla libre de grasa, que es uno de los problemas más serios del cultivo”.

Por su parte Apolinar Castellanos, presidente de la IGP Alubia de la Bañeza-León, fue rotundo, “es el último momento para poder salvar el cultivo de la alubia de IGP en León” porque cada vez hay menos superficie sembrada y “el motivo son los problemas que trae en las enfermedades como la ‘grasa’. En años complicados con facilidad de desarrollo, muchos de los campos tienen la bacteria en el suelo y la semilla estaba infectada. Cuando todo se mezclaba la producción se quedaba en nada”

Para evitar esto, la IGP lleva dos años cultivando alubias “en zonas vírgenes, empezamos con lotes de 1,5 kilos en 50 siembras y de ellos se han ido sacando las que mejor cree que puede resultar para seguir produciendo”. El primer año, detalló, sacaron 2000 kilos y con las mejrores, se sembró el año pasado en una parcela, en la que se ha obtenido una producción de 10.000 kilos. Ahora, esa semilla va a ser seleccionada y puesta a disposición de los agricultores, “quedarán 8.000 kilos para la siguiente campaña”. Con ellos se continuará el proyecto de ir consiguiendo una semilla libre de grasa, se van a sembrar 100 hectáreas y se hará con semillas que, en estos momentos, se están analizando, para comprobar que no tienen bacteria. De esta manera, “el año que viene se seguirá haciendo semilla en otras parcelas libres de bacteria e iremos multiplicando la semilla para dar a los agricultores de la IGP, que tengan semilla con cantidad y calidad para sus necesidades”. Actualmente, resume Castellanos, “el desencanto entre los agricultores es unánime porque no hay una semilla que reúna condiciones, la agricultura se decanta a otras variedades que no dan tanto problema.”

De 22.000 hectáreas a menos de 5.000

En la provincia de León, la pasada campaña se sembraron 4.249 hectáreas de alubias, de ellas, solo 300 dentro de la IGP, cuando hace décadas se rondaban las 22.000 hectáreas. En la provincia de León, el cultivo de alubia “siempre ha destacado, sobre todo la variedad ‘riñón’, pero hay que ir más allá”, asegura Llorente y, por eso, pide que haya un acuerdo con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, Itacyl, “que tiene los elementos para investigar, para llegar en un futuro a tener un convenio con ellos para que hagamos una investigación seria para tener semilla libre de ‘grasa’ y desarrollar lo que va a ser el futuro de las alubias de consumo humano. Es un tema muy importante para la Diputación, pero hay que dar un paso más con el Itacyl”



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