«El abonado del girasol» AGROPAL

Agronews Castilla y León

13 de junio de 2015

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El girasol es una planta de la familia de las compuestas, y es originaria de América del norte. Es una planta anual con una raíz pivotante que alcanza gran profundidad en el suelo. La inflorescencia es en forma de capítulo donde están las flores.

Sus frutos son aquenios de donde se obtiene el aceite.

Cada vez se observa una tendencia mayor por parte de los agricultores a abonar el girasol, ya que están observando que al hacerlo si que consiguen aumentos de cosecha, además de no vaciar parte de la despensa que tienen en el suelo.

En cuanto a los nutrientes es necesario aportar nitrógeno, fósforo y potasa, pero también hay que tener en cuenta, que una carencia de elementos como azufre y boro pueden provocar una disminución importante de la cosecha.

El nitrógeno es usado para el desarrollo vegetativo y para la formación de los capítulos y llenado de las pipas. El déficit de este elemento provoca bajos rendimientos y se observa por una clorosis general tanto en hojas jóvenes como en las viejas. Un exceso de nitrógeno provoca un retraso en la maduración del cultivo.

Su época de desarrollo en primavera y verano le permite aprovecharse de los nutrientes mineralizados durante esa época, especialmente del nitrógeno. La cantidad de mismo mineralizado dependerá del tipo de suelo y sobre todo de la cantidad de materia orgánica de nuestro suelo.

También cabe destacar que la recomendación, sobre todo en regadío, en cuanto al aporte del N sería 30-50% en fondo y el resto en cobertera cuando el girasol tiene cinco pares de hojas.

El fósforo favorece el cuajado de las pipas, así como aumenta la resistencia del girasol a la sequía. Es considerado como factor de fecundidad y es esencial para el desarrollo radicular.

El potasio favorece la actividad fotosintética, influyendo por esto en la producción y el contenido en grasa. También nos proporciona mayor resistencia a la sequía por aumentar la capacidad de retención de agua.

El azufre es importante para la formación de la coenzima A necesaria para la creación de triterpenos, ergosterol, etc.

El Boro es básico para el cultivo del girasol, su carencia provoca deformaciones en hoja y manchas pardo rojizas, que pueden llegar a necrosarse, y la aparición de grietas en los tallos produciendo caídas de capítulos o la no aparición de estos.

Estos síntomas de carencia se ven más claramente en la época de floración.

Cuando la carencia no es tan importante el llenado del capítulo no es completo provocando perdidas importantes en la producción.

Las necesidades teóricas serían:

  • Nitrógeno 30-40 unidades/ 1000Kg de producción.
  • Fósforo 15-20 unidades / 1000Kg de producción.
  • Potasa 30-40 unidades / 1000Kg de producción.
  • Azufre 25 unidades/ 1000 Kg
  • Boro 400 gramos/ 1000 Kg


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