La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) ha generado un gran impacto en la ganadería de Cantabria desde la aparición del primer caso el pasado 13 de agosto. Según el último informe emitido por la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, se han registrado 1716 animales afectados, de los cuales 232 han fallecido. Este brote afecta a prácticamente todas las comarcas veterinarias repartidas a lo largo de la geografía cántabra, poniendo en riesgo tanto la economía local como el bienestar de los animales.
Una enfermedad que se expande por Cantabria
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica no ha discriminado entre zonas rurales, afectando a ganaderías en localidades como Cabezón de la Sal, Los Corrales de Buelna, Gama, Potes, Ramales de la Victoria, Reinosa, San Vicente de la Barquera, Santander, Solares, San Vicente de Toranzo, Torrelavega y Villacarriedo. Este brote ha dejado a su paso una creciente preocupación entre los ganaderos, quienes luchan día a día contra la expansión de esta enfermedad emergente.
Impacto económico y social en las zonas afectadas
El sector ganadero, uno de los pilares fundamentales de la economía de Cantabria, se encuentra en una situación de crisis debido a las pérdidas económicas ocasionadas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica. La muerte de 232 animales ha supuesto una pérdida significativa para muchas explotaciones ganaderas. Además, el tratamiento, prevención y desinsectación de los animales afectados implica una carga económica adicional que los ganaderos deben soportar.
La consejera de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, María Jesús Susinos, ha expresado su preocupación por el impacto económico en la región y la necesidad de tomar medidas urgentes. En sus declaraciones, destacó que el Gobierno regional seguirá proporcionando ayudas económicas a los ganaderos, con el fin de minimizar los gastos derivados de la lucha contra la enfermedad.
Medidas y estrategias para combatir la EHE
Acciones del Gobierno de Cantabria
Desde el inicio del brote, la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación ha implementado una serie de medidas para combatir la propagación de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica. Entre las principales acciones se destacan:
- Control y vigilancia permanente: Se han instalado trampas en distintas zonas de la región para la identificación de vectores transmisores de la enfermedad.
- Análisis y seguimiento de las explotaciones afectadas: Explotaciones ganaderas seleccionadas están sometidas a un monitoreo continuo para controlar la evolución de la EHE.
- Ayudas económicas: Hasta el momento, el Gobierno cántabro ha otorgado más de 3 millones de euros en ayudas para cubrir los costos de tratamientos y compensar las pérdidas por los animales fallecidos. Este monto incluye también ayudas específicas para aquellos animales que, debido a la gravedad de la enfermedad, son inaccesibles para los servicios veterinarios.
Además, Cantabria es la primera comunidad autónoma en sufragar los gastos de la vacuna contra la EHE, cubriendo también los costes veterinarios asociados y las muertes por la enfermedad.
Exigencias de mayor apoyo del Gobierno central
A pesar de los esfuerzos del Ejecutivo cántabro, la consejera Susinos ha manifestado que la cantidad destinada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que asciende a más de un millón de euros, es insuficiente para hacer frente a la magnitud del brote en la región. La consejera ha sido clara en su intención de continuar exigiendo un mayor esfuerzo presupuestario por parte del Gobierno central para asegurar que los ganaderos afectados reciban el apoyo que necesitan.
El papel del Ministerio de Agricultura en la lucha contra la EHE
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha comenzado a destinar recursos para combatir el brote de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en Cantabria, con un presupuesto inicial de más de un millón de euros. Sin embargo, la consejera Susinos ha subrayado que, aunque esta cantidad es un primer paso, es claramente insuficiente para afrontar todos los gastos derivados de esta crisis.
Importancia de una estrategia nacional
Susinos ha insistido en la necesidad de que el Gobierno central desarrolle una estrategia nacional contra las enfermedades emergentes, subrayando la importancia de abordar este tipo de crisis «por igual y con los mismos criterios». La EHE no es una amenaza limitada a Cantabria, sino que tiene el potencial de expandirse a otras regiones, por lo que es crucial una coordinación a nivel nacional para implementar medidas preventivas y correctivas eficaces.
Consecuencias a largo plazo para la ganadería cántabra
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica ha generado un impacto devastador en la ganadería de Cantabria, y las consecuencias a largo plazo aún están por verse. Las pérdidas económicas directas derivadas de la muerte de animales y los costos de tratamiento son solo una parte del problema. A largo plazo, la disminución de la productividad de las explotaciones ganaderas afectadas y los altos costos de la prevención podrían generar un descenso significativo en la producción ganadera de la región.
Por otro lado, el brote ha resaltado la vulnerabilidad del sector ganadero ante las enfermedades emergentes y la necesidad de fortalecer los sistemas de prevención y respuesta rápida. La implementación de medidas de control, la vacunación masiva y la vigilancia constante serán claves para evitar que la EHE o cualquier otra enfermedad similar vuelva a causar estragos en la ganadería de Cantabria.
Conclusión: una batalla que aún continúa
El brote de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en Cantabria ha dejado un saldo preocupante de 1716 casos y 232 animales fallecidos. A pesar de los esfuerzos de la Consejería de Desarrollo Rural y el Ministerio de Agricultura, el desafío sigue siendo enorme. El apoyo a los ganaderos, tanto económico como técnico, es crucial para mitigar el impacto de esta enfermedad y proteger el futuro de la ganadería cántabra.
La solicitud de la consejera Susinos de un mayor esfuerzo presupuestario y la creación de una estrategia nacional contra las enfermedades emergentes son pasos fundamentales para asegurar que los ganaderos puedan recuperarse de esta crisis y prevenir futuros brotes. La lucha contra la EHE no ha terminado, pero con el apoyo adecuado, Cantabria puede superar este difícil momento