Ecologistas en Acción muestra su más absoluto rechazo a la aprobación por parte de la Comisión Técnica del Trasvase Tajo-Segura de nuevas cesiones de agua hacia el Levante. En concreto se han aprobado 60 hm3 para los próximos tres meses (20 hm3 cada mes). Aunque los niveles en la cabecera del Tajo superan los 400 m3 exigidos por la ley para que se autoricen nuevos trasvases, esta decisión es injustificable e irresponsable desde el punto de vista de una gestión ambientalmente sostenible de la cuenca del Tajo. La ley no establece que sea obligatorio realizar trasvases superados este límite, por lo que la ministra Isabel García Tejerina podría haber hecho uso de una responsabilidad política y ambiental que sin duda le falta.
Hay que tener en cuenta que los 471 hm3 actualmente embalsados en los pantanos de Entrepeñas y Buendía representan menos del 20 % de su capacidad conjunta (26 % y 16 % respectivamente). La decisión impulsada ayer pone en riesgo la satisfacción de las demandas de la propia cuenca del Tajo, anteponiendo las demandas sobredimensionadas y especulativas generadas en Murcia, Alicante y Almería.
La autorización del volumen trasvasable de 60 hm3 no tiene en cuenta el futuro comportamiento de la cuenca. Hay que tener en cuenta que, de entrar de nuevo en un periodo de escasas precipitaciones, las cesiones dejarán nuevamente en situación de emergencia a la cabecera del Tajo. Además de estos 60 hm3, ha de ser desembalsada una cantidad mayor para garantizar el caudal automático establecido para el río Tajo a su paso por Aranjuez (6 hm3/seg). Es decir, Entrepeñas y Buendía quedarán de nuevo en una situación límite y los municipios ribereños tendrán en serio riesgo la satisfacción de sus demandas de agua.
Para Ecologistas en Acción resulta intolerable la gestión generada por la explotación del trasvase que genera una agonía ambiental permanente para el tramo medio del río Tajo. Durante los meses de febrero y marzo, mientras todos los ríos de centro peninsular tenían importantes crecidas, el tramo medio del río Tajo ha seguido teniendo el mismo caudal, una media de unos pírricos 8 m3/segundo. Esto ha sido debido a que toda el agua que entraba en la cabecera ha sido guardada para conseguir alcanzar la cota legal trasvasable de los 400 hm3. Es por ello que el río Tajo es un río agónico y secuestrado. Hay que señalar, además, que la falta de un caudal suficiente agrava aún más los episodios de contaminación del río en su confluencia con los ríos Jarama y Guadarrama al perder su capacidad de dilución natural.
Ecologistas en Acción considera urgente un cambio en la política hidráulica en las cuencas del Tajo y del Segura. Este cambio tiene que pasar necesariamente en la derogación de las actuales normas de explotación del trasvase (Memorándum del Tajo-Segura). Además, la cabecera debe ser gestionada dentro del Plan Hidrológico de la propia demarcación del Tajo con el objeto de que puedan ser atendidas en primer lugar las propias demandas de la cuenca, lo que conllevaría al establecimiento de un régimen ecológico de caudales en Aranjuez, Toledo y Talavera. Por el lado del Segura, es urgente que se ponga en marcha una transformación del modelo de agricultura adaptándola a sus propios recursos. Todo ello desembocaría en el medio plazo a la clausura del trasvase.