
Reciclar es una tarea fundamental en la que todos podemos contribuir de forma sencilla y con gestos simples a mejorar el planeta y evitar la acumulación de residuos y el gasto innecesario de nuevos materiales.
Sin embargo, es importante conocer cómo deshacernos de los distintos residuos, para así asegurarnos que su reciclaje sea el adecuado y conseguir el objetivo de su aprovechamiento en un futuro.
El reciclaje, una estrategia fundamental para los recursos del futuro
El reciclaje es una de las claves con las que conservar los bienes para evitar el gasto de nuevos recursos en la fabricación y producción de aquello que necesitamos.
Además, a ello se suma la importancia de destruir de forma adecuada y en condiciones seguras los residuos que pueden ser nocivos para el medioambiente y los distintos ecosistemas.
Por ejemplo, el ácido de algunas baterías o pilas puede contaminar durante siglos determinados suelos, haciendo que dejen de ser fértiles, o contaminar litros de agua haciéndolas tóxicas y perjudiciales tanto para humanos como para otros seres vivos.
Con los conocimientos adecuados, podremos reciclar de forma correcta todos nuestros residuos.
Esta es la manera adecuada de desechar cada residuo
Hay determinados residuos que es fácil conocer su destino en el reciclaje. El papel va al contenedor azul, una lata al amarillo y los restos de comida al contenedor de residuos orgánicos, pero ¿y una pila o el aceite usado de la cocina?
Esta es la forma adecuada de reciclar estos residuos:
- Las pilas son consideradas residuos peligrosos debido a los materiales tóxicos que contienen. Esto hace que sea peligroso tirarlas al cubo de la basura de casa. Lo ideal es llevarlas a puntos de recogida específicos que suelen estar disponibles en supermercados, estancos o tiendas de electrónica. Algunas ciudades también tienen puntos de recogida especiales para pilas usadas.
- Aunque los restos de cristal o cerámica son reciclables, no se deben mezclar con el vidrio común, ya que tienen puntos de fusión diferentes y pueden contaminar el proceso de reciclaje. La solución ideal es acudir a un punto limpio, en los que podremos deshacernos sin problema del cristal y cerámica.
- Algo común que tienen muchas personas en casa son lentillas, y hay que tener en cuenta que no son biodegradables y deben desecharse correctamente. No deben tirarse por el inodoro o al sistema de alcantarillado, ya que pueden contaminar el agua y afectar incluso a animales, provocando problemas en ecosistemas marinos y acuáticos. Para reciclar lentillas, simplemente deben retirarse y ser colocadas en el contenedor de basura común, evitando desecharlas por el inodoro.
- Para reciclar el aceite de cocina usado, hay que esperar a que se enfríe después de cocinar, para luego poder verterlo en una botella resistente a fugas. Tras ello podemos acudir a puntos de recogida específicos en nuestra ciudad o llevarlo a una planta de procesamiento de residuos para su correcta disposición.
- Para reciclar y desechar los pañales de bebé de manera adecuada primero hay que envolver los pañales sucios en una bolsa de basura para evitar olores desagradables y problemas de higiene. Luego, se deben colocar los pañales envueltos en el contenedor de basura común, ya que no son reciclables ni biodegradables. De esta forma podrán ser reciclados en las plantas de procesado de residuos sin contaminar otros productos.
- Los medicamentos caducados o no utilizados no deben ser arrojados a la basura o al inodoro, ya que pueden contaminar el agua. Se deben desechar adecuadamente en los puntos de recolección de medicamentos que podemos encontrar fácilmente en farmacias.
Conociendo la forma adecuada de deshacernos de estos residuos nos permitirá reciclar de forma correcta, contribuyendo así con sencillos gestos a tener un planeta más sano y que dure durante generaciones tal y como lo conocemos.