
La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), organismo que representa a las denominaciones de origen (DO) del vino en España, ha llevado sus reivindicaciones al Parlamento Europeo en Bruselas. Durante una serie de reuniones con europarlamentarias españolas de relevancia y en el marco de la celebración de los primeros 100 días de la campaña VitaEVino, la CECRV subrayó la necesidad de proteger y promover el sector vitivinícola como motor cultural, social y económico de las zonas rurales.
La CECRV se reunió con Cristina Maestre, miembro de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo por el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), y con Dolors Montserrat, vicepresidenta del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) y líder de la delegación española en la Eurocámara. En estas reuniones, los representantes de las DO trasladaron la importancia de convertir en legislación los acuerdos alcanzados en el Grupo de Alto Nivel para la Política Vitivinícola.
“Es fundamental que estas medidas se materialicen en la legislación europea lo antes posible. El sector no puede esperar a la próxima reforma de la PAC, que podría tardar dos años en aplicarse”, señalaron los portavoces de la CECRV.
Además, durante el evento de la campaña VitaEVino, la CECRV dialogó con otros europarlamentarios de diferentes grupos políticos, reforzando la necesidad de apoyo transversal para las políticas vitivinícolas.
Diferenciación del vino en políticas de salud pública
Una de las principales demandas de la CECRV fue el reconocimiento del vino como un producto cultural y su diferenciación frente a otras bebidas alcohólicas en las políticas de salud pública. “El consumo moderado de vino es plenamente compatible con un estilo de vida saludable y equilibrado”, subrayaron desde la Conferencia, destacando que el propio sector ha trabajado durante años junto a las administraciones para promover un consumo responsable.
La CECRV expresó su preocupación por la creciente tendencia de algunas administraciones públicas a incluir al vino en políticas restrictivas que no distinguen entre consumo abusivo y moderado. Esta falta de diferenciación, según la CECRV, afecta negativamente a la percepción del consumidor y deslegitima injustamente el consumo responsable de vino.
Otro tema destacado fue la preocupación por el acuerdo administrativo firmado entre la Comisión Europea y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) para la gestión de las indicaciones geográficas (IG). Según la CECRV, este acuerdo asigna a la EUIPO competencias que exceden su rol administrativo y podrían derivar en una externalización encubierta de la gestión de las IG.
“La reciente reforma de la legislación sobre indicaciones geográficas no contempla este tipo de transferencias de competencias. Es crucial que se revise este acuerdo para garantizar que las IG sigan siendo gestionadas de manera adecuada por las autoridades competentes”, señalaron desde la Conferencia.
La CECRV también solicitó el respaldo de los grupos parlamentarios europeos al Plan de Acción sobre las Indicaciones Geográficas presentado recientemente a la Comisión Europea. Este plan, según la Conferencia, es esencial para reforzar las figuras de calidad, no solo en el sector vitivinícola, sino también en otros sectores agrarios clave para las zonas rurales europeas.
El comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, ya ha reconocido la necesidad de implementar un plan de acción para las IG, lo que refuerza la legitimidad de esta demanda.
La CECRV subrayó la importancia de mantener políticas comerciales europeas orientadas al libre comercio y la firma de acuerdos bilaterales o multilaterales. En un contexto de creciente proteccionismo y tensiones geopolíticas, estas políticas son esenciales para garantizar la competitividad del sector vitivinícola en los mercados internacionales.
“El vino es un producto global, y cualquier restricción comercial puede tener un impacto devastador en nuestras denominaciones de origen. Necesitamos un entorno comercial estable y predecible”, afirmó la CECRV.
La asistencia de la CECRV al evento de celebración de los primeros 100 días de la campaña VitaEVino fue una oportunidad para reafirmar su compromiso con la promoción del vino como patrimonio cultural y socioeconómico. VitaEVino busca destacar el papel del vino en la historia y cultura europeas, así como su contribución al desarrollo rural.
La CECRV animó a todos los ciudadanos a firmar el manifiesto de apoyo a la campaña, disponible en www.vitaevino.org. “El vino no es solo una bebida; es un legado cultural, un motor económico y una parte esencial de nuestra identidad europea”, concluyeron.
Compromiso con el futuro del vino
Con estas acciones, la CECRV refuerza su compromiso con la defensa de las denominaciones de origen, la promoción del consumo responsable y la protección del sector vitivinícola frente a los retos legislativos, comerciales y sociales.
El mensaje es claro: el vino es mucho más que un producto; es un símbolo de tradición, calidad y sostenibilidad que merece un lugar destacado en las políticas europeas. La CECRV continuará trabajando para garantizar que las denominaciones de origen sigan siendo un pilar del desarrollo rural y un orgullo para Europa.