En la I Jornada Técnica de Agricultura, Alimentación Ecológica y Olivar, celebrada el viernes 20 de mayo, organizada por ASAJA MURCIA y ASAJA GRANADA analizó la situación de la producción ecológica en España, ofreciendo los ponentes una visión optimista de la realidad y confianza en el futuro, al mismo tiempo que observando los principales dilemas a que se enfrenta, como sus mayores costes de producción, la no equivalencia de los controles con terceros países, el escaso consumo interno, la menor productividad frente a la agricultura industrial y la necesidad de mejora de la comunicación y marketing de las empresas del sector.
Dio la bienvenida, el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Granada, Javier de Teresa Galván, complacido por el tema abordado al repercutir directamente en la salud y esperanza de vida y el cuidado del entorno en beneficio de la sociedad. Durante la inauguración del acto, Alfonso Gálvez Caravaca, secretario general de ASAJA MURCIA, subrayó la necesidad de superar fronteras y crear sinergias en la promoción de la agricultura ecológica; Álvaro Barrera Fernández, presidente de ECOVALIA-CAAE, también hizo hincapié en que había que insertar aire de producción ecológica; José Hita Castro, presidente de ASAJA GRANADA, se preció de que los agricultores y ganaderos son los primeros defensores de la naturaleza y de que tienen esa responsabilidad a su cargo, y por último, el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Alimentación en Granada,Manuel García Cerezo, destacó la apuesta de la Junta de Andalucía por este modelo agrario con ayudas a productores y a la investigación, y anunció que se presentará en breve el “III Plan Andaluz de la Agricultura Ecológica.”
Los ponentes dieron una visión optimista de la agricultura ecológica en España, en global, y en concreto, en Andalucía y Murcia, por las positivas cifras que se manejan, al tiempo que observaron los principales dilemas a que se enfrenta, y lo que aún queda por hacer. En presente, se dijo que la producción ecológica es ya una importante realidad en España por su valoración económica, 1.202 millones de euros y, en futuro, que prometía, por el crecimiento sostenido del consumo de productos ecológicos, un 15% anual, y que el camino estaba, asimismo, en el mantenimiento de las ayudas de la PAC. Andalucía tuvo su papel protagonista por ser la comunidad autónoma con más superficie dedicada a la producción ecológica, el 51% del total: pastos, prados y cultivos permanentes, sobre todo. También por tener el mayor número de explotaciones ganaderas, con el 57% del total, en su mayor parte de bóvidos, caprino y ovino. Murcia, en sexto lugar, con el 3,46% de superficie ecológica, se destacó por tener la mayor fuerza en el sector de la transformación y la exportación de frutas y hortalizas. Como puntos más débiles se subrayaron los mayores costes de producción para agricultores y ganaderos y el escaso consumo interno actual del 1% con 22 euros por habitante y año frente a otros países como Alemania con 97 euros, Francia con 73 euros o Suiza con 221 euros, así como otras deficiencias que habría que subsanar: la no equivalencia de los controles con terceros países, la menor productividad frente a la agricultura industrial y la necesidad de mejora de la comunicación y marketing de las empresas del sector. Todos estos aspectos, tanto los más favorables como los más adversos fueron expuestos y argumentados a lo largo de la mañana por destacados especialistas en sus diferentes áreas profesionales.
El jefe de Área de Producción Ecológica del MAGRAMA, José Miguel González Otero, satisfecho con la evolución del sector no dejó de señalar que “hay que estar alerta porque el saldo comercial entre lo que importamos y exportamos está bajando y no debemos descuidar el consumo interno.” También quiso llamar la atención sobre la inminente aprobación del “Reglamento (CE) sobre producción y etiquetado de productos ecológicos” con el que, dijo, nos jugamos una importante baza para acabar con el régimen de importaciones actual.
José Manuel Martín Lozano, profesor titular del Departamento de Marketing de ETEA, planteó el tema de la comunicación como aspecto esencial para posicionar en el mercado un producto ecológico “si no lo comunicamos no existe, sencillo pero aplastante”, señalo.
Vicente Pérez García de Prado, director general de ASAJA ANDALUCÍA, reconociendo el gran potencial de Andalucía objetó que todavía “no está canalizado” y que había que saber también que con la agricultura ecológica “no podemos alimentar al mundo” al ser sus producciones inferiores y que el diferencial de precio que el consumidor está dispuesto a pagar “tiene un límite.”
Diego Granado Cumbres, director de Desarrollo y Comunicación de CAAE, puso el acento en el bajo consumo interno, pero también dio a entender que algo estaba cambiando porque cada día aumentaba la demanda y las grandes marcas habían “puesto el ojo” en este sector.
Pío Vallés Operé, ingeniero agrónomo y almazarero de producción ecológica, insistió en que es más caro producir alimentos ecológicos y que se necesitan más ayudas por parte de la Administración para que los productores “no se vengan abajo”.
Adrián Martínez Bazaga, director Agroalimentario de Bureau Veritas Iberia, se centró en los tipos de certificaciones de un producto ecológico como algo necesario para “dar un salto de crecimiento en calidad y comercialización”.
Juan Antonio Martínez Rubio, gerente de Gran Bio apuntó que eran necesarias políticas de fomento del consumo para intentar multiplicarlo y bajar así los costes, que otra forma de bajar costes era incentivar la producción local y que el modelo de distribución minorista auspiciado por el marketing digital era la “polea para trasmitir los valores ecológicos al resto de la sociedad”.
Por último, Francisco Seva Rivadulla, director de Comunicación de ASAJA MURCIA, evidenció que solo el 20% de las empresas del sector ecológico aplican el marketing comunicativo y que hay mucho por hacer en este campo, que “si no se comunica se está fuera del mercado”.