Diputación de Segovia y GREFA se alían para controlar al topillo a través de cajas nido con lechuzas y cernícalos

Agronews Castilla y León

7 de octubre de 2016

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El control de topillos tras la plaga reciente que este verano ha llegado a varios territorios de la comunidad se convierte en el principal foco de atención de organizaciones e instituciones. Por ello, la Diputación de Segovia e ITACYL han reforzado el convenio de colaboración que iniciaron en 2014 para controlar de forma biológica al roedor.

¿Cómo? A través de la instalación de más de un centenar de cajas nido en las que se crían cernícalos vulgares y lechuzas, aves depredadoras que ayuden a reducir la población de topillos: “Estos nidales van sobre un poste de madera de cuatro metros y medio de altura clavado al suelo, ya que las zonas agrícolas donde actuamos suelen estar desprovistas de árboles u otros elementos naturales para la nidificación de las aves”, explica Carlos Cuéllar, coordinador del proyecto de GREFA sobre control biológico del topillo campesino.

EN UN DATO

  • Desde que se iniciase hace tres años este mecanismo, se han puesto en marcha 200 nidales con 26 parejas reproductoras de cernícalo y 3 de lechuza.

Una pareja de cernícalos puede capturar 700 topillos

El proyecto se inició en el municipio de Sauquillo de Cabezas pero se ha extendido a otras localidades como Aldea Real y Escalona del Prado donde una pareja de cernícalos puede capturar hasta 700 roedores en temporada de cría. Ahora los nueve voluntarios de cinco países del mundo que se han encargado de la instalación de éstas cajas nido esperan que este mecanismo se extienda a otros municipios con el fin de conseguir un control mucho más natural y respetuoso con el medio ambiente.



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