La Diputación de Valladolid continúa con su apuesta por fortalecer el comercio en las áreas rurales de la provincia con la reciente apertura de dos nuevos establecimientos de Comercio Rural Mínimo (CRM). Los municipios de San Pablo de la Moraleja y Bobadilla del Campo son los últimos en unirse a esta iniciativa, que busca revitalizar la economía local y mejorar la calidad de vida en zonas con baja densidad poblacional.
Estos dos nuevos establecimientos elevan a 18 el número total de Comercios Rurales Mínimos operativos en la provincia. Esta iniciativa, que comenzó en 2011 en Cuenca de Campos, ha ido expandiéndose gradualmente a lo largo de los años, incluyendo a municipios como Pedrosa del Rey y San Miguel del Pino en 2013, Nueva Villa de las Torres y Villanueva de los Infantes en 2017, y más recientemente, Castrillo Tejeriego en 2019 y Quintanilla de Arriba en 2022.
San Pablo de la Moraleja y Bobadilla del Campo se suman a la red de Comercio Rural Mínimo en Valladolid, alcanzando un total de 18 establecimientos activos. La Diputación abre además una nueva convocatoria para la implantación de más establecimientos en la provincia
Con la apertura de los establecimientos en San Pablo de la Moraleja y Bobadilla del Campo, se sigue consolidando una red que no solo impulsa la innovación en el sector comercial rural, sino que también refuerza la competitividad de las empresas locales y proporciona un servicio esencial a comunidades pequeñas y turistas que visitan la región.
El impacto positivo del Comercio Rural Mínimo en el medio rural
El programa de Comercio Rural Mínimo tiene como objetivo principal proporcionar a los pequeños municipios, generalmente con una población censada de alrededor de 300 habitantes, un punto de venta que cubra las necesidades básicas de sus residentes y visitantes. Esta estrategia es clave para fijar población en áreas rurales que, de otro modo, podrían enfrentarse al despoblamiento y la pérdida de servicios esenciales.
Desde su inicio, el programa ha generado empleo local y ha mejorado el acceso a productos de consumo diario, además de ofrecer una plataforma para la comercialización de productos locales. Esto no solo enriquece la oferta comercial, sino que también promueve la sostenibilidad económica y social en estas áreas.
Desde 2017, la Diputación de Valladolid ha intensificado sus esfuerzos para expandir este programa mediante la convocatoria de ayudas destinadas a municipios con menos de 300 habitantes. Con una dotación económica de 30.000 euros por convocatoria, estos fondos permiten a los ayuntamientos beneficiarios cubrir hasta el 90% de los gastos de acondicionamiento de los locales, con un máximo de 10.000 euros por establecimiento.
Nuevas convocatorias para la selección de municipios
En línea con el éxito del programa de Comercio Rural Mínimo, la Diputación de Valladolid ha lanzado una nueva convocatoria para la selección de municipios que deseen implantar este modelo comercial en sus localidades. Esta convocatoria, publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), se enmarca dentro del proyecto de “Digitalización e impulso de la actividad comercial en zonas rurales de la provincia de Valladolid”, que forma parte del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia financiado con fondos europeos Next Generation.
El objetivo de esta subvención es identificar y seleccionar uno o varios municipios donde se puedan ejecutar obras para la creación o adaptación de establecimientos de Comercio Rural Mínimo. Los ayuntamientos interesados pueden presentar sus proyectos para la construcción, reforma o adaptación de locales o edificios municipales. Es importante destacar que el plazo máximo de ejecución de las obras no podrá exceder los dos meses desde el inicio de los trabajos.
El plazo de presentación de solicitudes es de 15 días naturales a partir de la publicación de la convocatoria en el BOP. Esta agilidad en el proceso de selección y ejecución es crucial para asegurar que los nuevos establecimientos estén operativos en el menor tiempo posible, contribuyendo así al dinamismo económico de las zonas rurales seleccionadas.
Hacia un futuro sostenible para el comercio rural
El modelo de Comercio Rural Mínimo es un ejemplo claro de cómo las instituciones públicas pueden jugar un papel decisivo en la revitalización de las áreas rurales. Al combinar inversión pública con iniciativas de digitalización y modernización, se crean las condiciones necesarias para que el comercio local prospere en un entorno que, de otro modo, podría estar condenado a la decadencia.
La Diputación de Valladolid, con la apertura de nuevos establecimientos y la convocatoria de ayudas para la expansión del programa, está sentando las bases para un futuro sostenible en el comercio rural. Este tipo de iniciativas no solo mejoran la oferta comercial, sino que también fortalecen el tejido social y económico de los municipios pequeños, creando oportunidades para que la población rural se mantenga y crezca.
Además, la digitalización y el uso de fondos europeos como los Next Generation son aspectos clave para asegurar que estos establecimientos no solo sobrevivan, sino que también evolucionen para satisfacer las necesidades de un consumidor cada vez más exigente y conectado.
La Diputación de Valladolid continúa demostrando su compromiso con el desarrollo rural a través de iniciativas como el Comercio Rural Mínimo. Con la apertura de San Pablo de la Moraleja y Bobadilla del Campo, y la convocatoria para nuevos municipios, se refuerza la idea de que el futuro del comercio rural pasa por la innovación, el apoyo institucional y la colaboración comunitaria.