La aceituna de mesa está experimentando un auge sin precedentes en los precios al inicio de la campaña debido a la confluencia de varios factores, siendo el más importante la falta de stock tras tres campañas consecutivas con cosechas por debajo de la media, sin olvidar la alta demanda. Esta situación ha generado una gran competencia entre los compradores, quienes necesitan asegurarse de que cuentan con suficiente materia prima para no quedar fuera del mercado.
Las cifras detrás de la escasez
La campaña actual ha arrancado con unos stocks muy bajos, alrededor de 265.000 toneladas, lo que representa la cifra más baja de los últimos diez años. Para ponerlo en contexto, este nivel de stock está muy por debajo de la media de otros años, lo que ha impulsado una competencia feroz tanto entre las empresas que entaman la aceituna de mesa como entre las almazaras, que necesitan también aceituna de nueva cosecha para molturar.
Este desabastecimiento no solo ha impactado en la oferta nacional. Ni siquiera la compra de aceituna en terceros países ha sido suficiente para aliviar la presión sobre los precios. Las importaciones, en muchos casos, tienen precios más elevados que la aceituna española, lo que refleja un mercado global en tensión y un problema de fondo: la producción no ha sido capaz de satisfacer la demanda creciente.
Producciones por debajo de la media durante tres años consecutivos
En las tres últimas campañas de aceituna de mesa, España ha registrado cifras muy inferiores a la media histórica. En 2022, la producción se situó en 414.000 toneladas, mientras que en 2023 descendió aún más, a 407.000 toneladas. Para la presente campaña de 2024, el aforo de ASAJA-Sevilla estima que apenas se superarán las 426.000 toneladas, una cifra que sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda tanto a nivel nacional como internacional.
José Pedro Guzmán, responsable de la sectorial de Aceituna de Mesa de ASAJA-Sevilla, subrayó durante la 42ª Edición de la Jornada de la Aceituna de Mesa celebrada en Espartinas que esta concatenación de cosechas cortas está dejando almacenes vacíos y ha incrementado la dependencia de aceituna importada, lo que a su vez eleva los costes para los envasadores y entamadores españoles.
La presión de los altos precios y la falta de mano de obra
El desajuste entre oferta y demanda no solo ha impactado en los precios, sino también en la mano de obra. Según César Moreno, director del Área Territorial del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), uno de los grandes desafíos para esta campaña es la dificultad de encontrar trabajadores para la recolección de aceituna, especialmente en variedades como la manzanilla y la gordal, que requieren una recolección manual intensiva. Moreno destacó la colaboración entre el SAE y ASAJA-Sevilla, que este año han lanzado una campaña específica para casar la oferta y demanda de peones agrícolas y evitar, en la medida de lo posible, tener que recurrir a mano de obra extranjera.
El problema de la mano de obra es especialmente acuciante en la aceituna de mesa, donde el 80% de los costes de cultivo están asociados a la poda y recolección. Sin suficientes trabajadores, existe el riesgo de que la producción no pueda ser recogida a tiempo, lo que agravaría aún más la crisis de oferta.
Aumento de los robos debido a los elevados precios
Los precios elevados de la aceituna de mesa no solo han atraído la atención de los compradores, sino también la de los ladrones. En campañas con precios altos y menor cantidad de producto para comercializar, el riesgo de robos en el campo se incrementa significativamente. Según datos proporcionados por la Guardia Civil y la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, durante la campaña de 2024 se han recuperado más de 13,4 toneladas de aceituna y ya se han producido seis detenciones y 17 investigaciones relacionadas con robos en el campo.
El presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra, agradeció la labor de la Guardia Civil, especialmente a través de los grupos ROCA, y destacó la importancia de la coordinación con las autoridades locales para recuperar la aceituna robada. En la campaña de 2023, se incautaron más de 150.000 kilos de aceituna robada y se detuvieron o investigaron a 129 personas por delitos relacionados con la recolección de aceituna.
El impacto de las cotizaciones y el futuro del mercado
Las primeras partidas de aceituna de mesa que se están comercializando este año están alcanzando cotizaciones sin precedentes. Esta subida de precios refleja no solo la falta de oferta, sino también la alta demanda internacional. Los exportadores españoles, quienes se enfrentan a compromisos comerciales importantes, se ven obligados a competir ferozmente por la escasa materia prima disponible.
A largo plazo, los productores temen que esta situación de inestabilidad en el mercado se prolongue, ya que la climatología y otros factores están limitando la capacidad de producción. Si bien las importaciones pueden aliviar parte de la presión, no son una solución a largo plazo debido a sus altos costes y la competencia internacional.
Tecnología y gestión: herramientas para el futuro
Durante la jornada en Espartinas, además de los temas relativos a la producción y los precios, también se abordaron nuevas tecnologías para la gestión de fincas agrícolas. Luis González-Carpio, jefe de la Unidad de Territorio Rural de la Dirección General de Catastro, presentó la aplicación Catastro app, una herramienta que permite a los agricultores geolocalizar sus parcelas y acceder a información actualizada sobre sus propiedades. Esta innovación busca facilitar la gestión eficiente de las fincas en un contexto donde la optimización de recursos es clave para mantener la rentabilidad.
La campaña de 2024 está marcada por la escasez de aceituna de mesa, la alta demanda, y una competencia feroz entre entamadores, almazaras y exportadores. Los bajos stocks, sumados a la falta de mano de obra y el incremento de los robos, están generando un mercado volátil y unas cotizaciones que rompen récords. Mientras tanto, el sector mira hacia la tecnología y la coordinación con las autoridades para poder sobrellevar una situación crítica y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.