En virtud de los últimos datos aportados desde la Comisión Europea, los cultivos de invierno en gran parte de Europa se encuentran en condiciones mediocres a pesar del buen tiempo primaveral.
Las condiciones excesivamente húmedas, en algunas regiones combinadas con los daños causados por las heladas, afectaron negativamente a grandes zonas del norte
Según la edición de marzo del boletín MARS del JRC sobre seguimiento de cultivos en Europa , las zonas de cultivos de invierno en varias partes de Europa se han visto afectadas negativamente por condiciones meteorológicas desfavorables desde el inicio de la temporada.
En el norte, se espera que los campos más gravemente afectados se vuelvan a sembrar con cultivos de primavera o verano. En el sur, los impactos se reflejan principalmente en un menor potencial de rendimiento.
Excesiva humedad y heladas, dañan los cultivos
Desde el otoño, gran parte de Europa occidental, septentrional y oriental experimentaron condiciones excesivamente húmedas, que afectaron negativamente a la siembra, la emergencia y el desarrollo de los cultivos de invierno. En el norte y el este de Europa, las fuertes heladas causaron daños adicionales a las producciones tras las sementeras. Los suelos persistentemente húmedos también crearon condiciones difíciles para que los agricultores accedieran a los campos y trabajaran en ellos, lo que afectó la (re)siembra de cereales de primavera.
Las condiciones secas persistentes afectaron negativamente el potencial de rendimiento en varias regiones del sur
En el este de Rumania y el este de Bulgaria, los cultivos de invierno sufren un persistente déficit de 
precipitaciones, lo que afecta especialmente a la colza de invierno.
En Sicilia y el Magreb, las condiciones de sequía durante el invierno provocaron una baja acumulación de biomasa en los cultivos de invierno.
La situación es particularmente grave en el Magreb occidental, donde las continuas condiciones climáticas cálidas y secas han llevado a una situación en la que los cultivos corren un riesgo inminente de perderse.
Las previsiones de rendimiento de los cultivos aún se basan en tendencias históricas
Como todavía es temprano en la temporada, las previsiones de rendimiento de las cosechas que figuran en esta edición del Boletín se basan, con algunas excepciones, en tendencias históricas.
Según estas primeras estimaciones lanzadas desde la Comisión Europea sitúan el rendimiento medio de los cereales, en la actual campaña 2024, en los 5.570 kilos por hectárea lo que la situaría un 1% por encima de la previa y con ese mismo porcentaje por encima del promedio alcanzado en las cinco últimas campañas.
En cuanto al trigo, ese promedio se colocaría en los 5.700 kg/ha lo que supondría un aumento de casi el 2% sobre la anterior mientras que es un 1% superior al valor medio alcanzado en el quinquenio anterior.
El rendimiento de la cebada si que podría vivir una bajada del 2% sobre el rendimiento de 2023 con los 5.950 kilos que se esperan recoger por tonelada en el conjunto de la Unión Europea, pero ganando un 1% sobre el dato promedio desde 2019.
Las mejores cifras las ofrecería el centeno con un aumento de los promedios del 3 y del 5%, respectivamente al último quinquenio y 2024, con los 4.300 kilos que se esperan recoger.
Los rendimientos medios que se esperan alcanzar para el triticale se situarían en los 4.430 kilos por hectárea.
Finalmente, en cuanto a la colza, las primeras estimaciones de la Comisión Europea sitúan el promedio en los 3.250 kilos por hectárea cifra que supera un 2% tanto el dato de 2023 como el de los últimos cinco años.
