
El cultivo de la patata lidera las importaciones hortofrutícolas con un crecimiento del 18% hasta superar los 329 millones de euros, según se desprende de un informe de FEPEX, que muestra el incremento en volumen superan el 8%.
Las importaciones de frutas y hortalizas en el primer semestre de 2024 han mostrado un crecimiento moderado del 0.9%, alcanzando un total de 2.201.819 toneladas. Este dato contrasta fuertemente con el crecimiento del 14.09% registrado en el mismo período del año anterior, lo que marca una ralentización significativa en el crecimiento de las importaciones de los últimos cinco años. El valor total de las importaciones en este semestre se elevó a 2.576 millones de euros, lo que representa un aumento del 9.58% en comparación con el año anterior.
Importaciones de hortalizas: La patata como líder indiscutible
El segmento de hortalizas registró importaciones por un total de 1.087.353 toneladas, lo que supone un incremento del 8% respecto al mismo período de 2023. En términos de valor, estas importaciones alcanzaron los 846 millones de euros, marcando un aumento del 15.16%. Entre las hortalizas, la patata continúa ocupando el primer lugar, consolidando su posición en el mercado con un incremento en volumen del 8.94% y un crecimiento en valor del 18.47%, lo que se traduce en 329 millones de euros.
El tomate también ha mostrado un ligero crecimiento en sus importaciones, con un volumen de 58.920 toneladas, lo que representa un aumento del 2.25% a pesar de la fuerte competencia de la oferta española. En cuanto a la judía verde, las importaciones alcanzaron las 43.133 toneladas, con un crecimiento del 8.96%, valoradas en 99 millones de euros, lo que representa un incremento del 19.14% en comparación con el año anterior.
Importaciones de frutas: Descenso en volumen, pero aumento en valor
Por otro lado, las importaciones de frutas han mostrado una tendencia a la baja en términos de volumen, con una caída del 5.18% respecto al primer semestre de 2023, alcanzando un total de 1.114.466 toneladas. Sin embargo, el valor de estas importaciones ascendió a 2.576 millones de euros, lo que significa un incremento del 9.58%.
El retroceso en volumen es especialmente notable en productos como los cítricos, que han sufrido una disminución significativa. La manzana registró una caída del 16% en volumen, con un total de 103.000 toneladas importadas. De igual manera, la sandía y el mango experimentaron descensos pronunciados en sus volúmenes de importación, con caídas del 24% y 23% respectivamente, registrando 68.000 toneladas de sandía y 27.000 toneladas de mango importadas en este período.
Factores detrás de la ralentización del crecimiento de importaciones
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) ha señalado que este comportamiento de la importación refleja, por un lado, la evolución del consumo en España, con caídas significativas en la demanda de ciertos productos, y por otro, el aumento significativo de los precios de los productos importados, que en promedio han subido un 8.6%.
Este aumento de los precios ha tenido un impacto directo en el poder adquisitivo de los consumidores, quienes, en respuesta, han reducido su consumo de ciertos productos, optando por alternativas más económicas o simplemente reduciendo la cantidad comprada. Este fenómeno es particularmente evidente en el sector de las frutas, donde la combinación de una menor oferta internacional y un incremento en los costos de importación ha llevado a una disminución del volumen importado.
La patata: Un cultivo resistente y en auge
Dentro de este contexto de desaceleración general en el crecimiento de las importaciones, la patata destaca como un cultivo resistente y en continuo auge. Su capacidad de adaptación a diferentes climas y su alto rendimiento la convierten en un producto esencial tanto en la agricultura como en la dieta de los españoles.
El aumento del 18.47% en el valor de las importaciones de patata sugiere una demanda constante y creciente por parte de los consumidores, impulsada posiblemente por su versatilidad en la cocina y su relación calidad-precio. Además, la patata ha sabido mantener su competitividad frente a otras hortalizas, a pesar del aumento generalizado de precios.
Perspectivas para el futuro: Retos y oportunidades
A medida que avanzamos en el segundo semestre de 2024, el sector hortofrutícola español enfrenta una serie de retos y oportunidades. La ralentización del crecimiento de las importaciones podría ofrecer una ventaja competitiva a los productores locales, que podrían aprovechar la menor disponibilidad de productos importados para aumentar su participación en el mercado interno.
Sin embargo, el aumento de los costos de producción, impulsado por factores como el incremento de los precios de la energía y los insumos agrícolas, sigue siendo un desafío importante para el sector. Los productores tendrán que ser innovadores y eficientes para mantenerse competitivos en un mercado cada vez más exigente.
En cuanto a la patata, su papel como líder en las importaciones de hortalizas parece estar asegurado a corto plazo. No obstante, la sostenibilidad del crecimiento en su importación dependerá de varios factores, incluyendo la evolución de los precios internacionales y la capacidad de la producción nacional para satisfacer la demanda interna.
El primer semestre de 2024 ha sido un período de contrastes para las importaciones hortofrutícolas en España. Mientras que el crecimiento en volumen ha mostrado una clara desaceleración, el aumento en el valor de las importaciones subraya el impacto de los precios más altos. En este escenario, la patata emerge como un protagonista indiscutible, manteniendo su crecimiento constante y su importancia estratégica en el mercado español.
A medida que el sector se prepara para enfrentar los retos del futuro, la innovación y la eficiencia serán clave para garantizar su sostenibilidad y competitividad a largo plazo.