La producción brasileña de granos alcanzará los 298,6 millones de toneladas en la cosecha 2023/2024, según la 11ª Encuesta de Cosecha de Cereales publicada por el Ministerio de Agricultura de aquel país. Este volumen representa una disminución significativa de 21,2 millones de toneladas en comparación con el ciclo anterior, marcando una reducción considerable que afecta directamente al sector agrícola del país.
Factores Climáticos y su Impacto en la Producción
El descenso en la producción está fuertemente influenciado por condiciones climáticas adversas que han impactado negativamente en la productividad de los cultivos de primera cosecha. Estas condiciones, que incluyen sequías y temperaturas extremas, afectaron especialmente las fases críticas de siembra y desarrollo de los cultivos. La pérdida de productividad media en las principales regiones productoras es un reflejo directo de estos desafíos climáticos.
El Maíz: Un Cultivo Clave en Declive
Uno de los cultivos más afectados es el maíz, cuya segunda cosecha está casi finalizada con una producción estimada en 90,28 millones de toneladas. A pesar de que más del 90% de la recolección ha sido completada, los rendimientos han variado considerablemente según el paquete técnico utilizado y la época de siembra. Las siembras dentro de la ventana ideal, entre enero y mediados de febrero, lograron rendimientos que, en algunos casos, superaron los obtenidos en la campaña anterior. Esto se debió en gran medida a la regularidad de las lluvias durante el desarrollo del cultivo.
Sin embargo, en estados como Paraná, São Paulo y Mato Grosso do Sul, los «veranillos» de marzo y abril, junto con altas temperaturas y ataques de plagas, redujeron el potencial productivo del maíz. Además de la pérdida de productividad, el área sembrada con maíz también se ha reducido, tanto en la primera como en la segunda cosecha, lo que contribuye a una expectativa total de producción para el ciclo 2023/2024 de 115,65 millones de toneladas, aproximadamente un 12,3% menos que en la campaña anterior.
Perspectivas para Otros Cultivos
Algodón: Un Cultivo en Auge
En contraste con la situación del maíz, el algodón presenta un panorama más optimista. Conab prevé un aumento en la superficie cultivada y en el rendimiento medio, lo que podría llevar a un nuevo récord de producción de fibra, estimado en 3,64 millones de toneladas. Este incremento se debe a condiciones climáticas favorables que han respaldado el desarrollo del cultivo, consolidando al algodón como un producto clave en la agricultura brasileña.
Frijoles: Un Aumento Moderado
La producción de frijoles también muestra una tendencia al alza, con una producción total esperada de 3,26 millones de toneladas, un 7,3% más que en el ciclo 2022/2023. La segunda cosecha de frijoles, sin embargo, ha enfrentado desafíos como la incidencia de enfermedades y la falta de lluvias, lo que ha limitado su rendimiento. A pesar de estas dificultades, la tercera cosecha se mantiene prometedora, con una producción estimada en 812.500 toneladas.
Arroz: Un Aumento en la Producción
El arroz, un componente esencial en la dieta brasileña, ha finalizado su cosecha con un crecimiento en la producción del 5,6% en comparación con el ciclo anterior, alcanzando 10,59 millones de toneladas. Este aumento se debe principalmente a una mayor área cultivada, aunque la productividad media ha sido afectada por condiciones climáticas inestables, especialmente en el estado de Rio Grande do Sul, el mayor productor de arroz del país.
Soja: El Principal Cultivo en Retroceso
La soja, el cultivo más importante de Brasil, ha experimentado una disminución del 4,7% en su producción, alcanzando 147,38 millones de toneladas en la actual cosecha. Las regiones que sembraron entre septiembre y octubre, como el Centro-Oeste, Sudeste y Matopiba, enfrentaron bajas precipitaciones y altas temperaturas, lo que resultó en replantaciones y pérdidas de productividad. Este retroceso resalta la vulnerabilidad de este cultivo clave frente a las fluctuaciones climáticas.
Trigo: Un Cultivo de Invierno en Dificultades
Entre los cultivos de invierno, el trigo se destaca por una reducción en su área sembrada, que se estima en un 11,6% menos, abarcando 3,07 millones de hectáreas. Los estados del Sur, que concentran el 85% del área cultivada, han completado la siembra, a pesar de los retrasos iniciales debido a las lluvias excesivas. A pesar de estos contratiempos, el trigo sigue siendo un cultivo vital para la región, aunque las expectativas de producción son cautelosas.
Mercado y Exportaciones: Impacto del Tipo de Cambio
En el contexto del mercado, la Conab ha mantenido estables sus previsiones de oferta para la cosecha 2023/2024 en la mayoría de los productos, excepto en el caso del maíz, donde se ha aumentado la estimación de exportaciones en 2,5 millones de toneladas. Este ajuste responde a la devaluación del real brasileño, que ha favorecido el incremento de las ventas al exterior.
La cuestión del tipo de cambio también podría afectar las exportaciones de arroz, actualmente estimadas en 1,3 millones de toneladas. En el último mes, las exportaciones de arroz alcanzaron las 175.000 toneladas, mientras que en junio fueron de 62.000 toneladas. No obstante, la menor disponibilidad interna del grano podría limitar el volumen exportado hasta el ciclo 2024/2025.
Un Ciclo de Contrastes para la Agricultura Brasileña
La cosecha 2023/2024 en Brasil está marcada por contrastes, con cultivos como el maíz y la soja enfrentando reducciones significativas en la producción, mientras que otros como el algodón y los frijoles muestran incrementos. Las condiciones climáticas adversas han sido un factor determinante en este escenario, y el impacto en la economía agrícola del país será profundo. A medida que se desarrollen los próximos ciclos, será crucial adaptar las estrategias agrícolas para mitigar los efectos de las fluctuaciones climáticas y optimizar la producción.
