
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha publicado un estudio actualizado sobre los costes de producción del tomate para industria en la región, con datos extraídos de la campaña pasada. Según este informe, el coste medio de producción de una tonelada de tomate para industria en 2024 se sitúa en 114,7 euros, reflejando una disminución respecto a la campaña de 2023.
Desglose de los costes de producción calculados por Cooperativas
El estudio detalla que los costes de producción totales ascienden a 11.287 euros por hectárea cultivada, considerando tanto los costes directos como los costes indirectos asociados al cultivo del tomate para industria. Estos gastos incluyen:
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Insumos agrícolas (fertilizantes, fitosanitarios, semillas, etc.).
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Coste del agua y riego.
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Gastos en maquinaria y combustible.
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Seguros agrarios.
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Mano de obra y costes operativos.
En la pasada campaña, el rendimiento medio del cultivo de tomate para industria en Extremadura alcanzó 98,41 toneladas por hectárea, lo que ha permitido la reducción del coste unitario por tonelada.
Comparación con la campaña anterior
La reducción en el coste de producción se debe principalmente a un incremento del rendimiento por hectárea. En la campaña de 2023, el coste de producción fue de 145 euros por tonelada, con una producción media de 86,57 toneladas por hectárea. En comparación, en 2024 el rendimiento ha mejorado en 13,6%, alcanzando casi 100.000 kilos de tomate por hectárea.
Este aumento en la producción ha generado una reducción del 10% en los costes totales de los agricultores extremeños.
Declaraciones de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
El presidente del Grupo de Trabajo de Tomate para Industria de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, Juan Francisco Blanco, ha explicado que la mejora en los rendimientos es clave para la competitividad del sector:
“A mayor producción por hectárea, el coste es lógicamente menor. Es algo que desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura hemos defendido siempre como una de las claves para conseguir mayor competitividad del sector de tomate para industria: incrementar el rendimiento obtenido en el cultivo”.
Blanco también ha advertido que para la campaña 2025 se espera un aumento en los costes de insumos y seguros agrarios, lo que podría afectar nuevamente el margen de beneficio de los agricultores.
Factores que han influido en la reducción de los costes
El descenso en los costes de producción del tomate para industria en Extremadura ha sido impulsado por varios factores:
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Mayor rendimiento por hectárea: el incremento del 13,6% en la producción ha diluido los costos fijos.
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Condiciones climáticas favorables: a diferencia de la campaña anterior, las lluvias y temperaturas han favorecido el desarrollo del cultivo.
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Optimización del uso de insumos: las cooperativas han implementado mejores técnicas de gestión de fertilizantes y riego.
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Uso de tecnología agrícola: se han incorporado innovaciones en maquinaria y sistemas de control de plagas que han reducido los costes operativos.
Proyecciones para la campaña 2025
A pesar de la reducción de costes observada en 2024, los productores extremeños se enfrentan a varios retos de cara a la campaña 2025:
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Posible encarecimiento de los insumos agrícolas debido a la inflación y a la crisis en los mercados internacionales de fertilizantes y fitosanitarios.
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Incremento en los costes de los seguros agrarios, lo que podría elevar el coste final de producción por tonelada.
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Condiciones climáticas inciertas, con el riesgo de sequías o precipitaciones extremas que afecten la productividad.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura se insiste en la necesidad de apoyar a los productores con medidas que permitan mantener la competitividad del sector. Se hace un llamado a las administraciones para que se estudien medidas de subvención de insumos, mejoras en las políticas de seguros agrarios y un respaldo al desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas al campo.
Conclusión
El descenso del coste de producción del tomate para industria en Extremadura a 114,7 euros por tonelada en 2024 es una buena noticia para los agricultores, ya que refleja un mejor rendimiento del cultivo y una optimización de los costes. Sin embargo, los retos para la próxima campaña obligan a una planificación estratégica para evitar una subida de costes que comprometa la rentabilidad del sector.