La Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja ha desembolsado un total de 15.825.864 euros en ayudas destinadas a la destilación voluntaria de crisis de vinos tintos bajo la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja correspondientes al año 2024. Estas ayudas, publicadas hoy en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR), tienen como objetivo principal aportar estabilidad al sector vitivinícola, que enfrenta desafíos derivados del exceso de existencias en bodega y la incertidumbre en el mercado.
Un total de 130 cooperativas y bodegas, lo que representa el 22,76% de las 571 bodegas inscritas en la DOCa Rioja, han resultado beneficiarias de estas ayudas. Con este apoyo, se ha logrado subvencionar un volumen total de 18.473.458 litros de vino, distribuidos entre 9.533.229 litros correspondientes a cooperativas y 8.940.229 litros al resto de bodegas.
Del total de los 15,8 millones de euros otorgados, 8.198.559 euros han sido asignados a 21 bodegas cooperativas, mientras que los 109 beneficiarios restantes han recibido el importe restante tras cumplir con las condiciones de admisibilidad establecidas en la convocatoria. La ejecución del pago ha alcanzado un notable 99,61% del presupuesto asignado, lo que refleja la eficacia en la gestión de estas ayudas.
Los expedientes denegados, que representan una mínima fracción, se deben a una renuncia voluntaria y a dos casos de incumplimiento de los criterios de elegibilidad. Estos últimos no alcanzaron el compromiso de firma de contratos de compraventa de uva a viticultores riojanos a precios de rentabilidad o en un volumen igual o superior al 70% del promedio adquirido en las tres últimas campañas.
Estas ayudas forman parte de un conjunto de medidas diseñadas para paliar los efectos de la crisis provocada por el exceso de existencias en las bodegas riojanas. Una de las principales metas alcanzadas ha sido la reducción de la ratio de vino almacenado frente a ventas, que ha pasado de 3,77 al cierre de 2023 a 3,44 en el presente año.
El exceso de oferta en relación con la demanda ha sido uno de los principales problemas enfrentados por el sector vitivinícola en los últimos años. Con estas subvenciones, se ha logrado mitigar este desequilibrio, asegurando que más de 7.000 agricultores riojanos puedan vender sus uvas a precios rentables.
Las ayudas no se limitan a la destilación voluntaria de vinos, sino que también incluyen medidas complementarias como la cosecha en verde, una práctica que consiste en la eliminación total o parcial de la producción de uvas antes de su maduración. Estas acciones han contribuido significativamente a contener el volumen de vino almacenado, evitando una mayor depreciación de los precios en el mercado.
El objetivo principal de estas iniciativas es garantizar la sostenibilidad económica de los viticultores riojanos, quienes enfrentan crecientes costos de producción y una incertidumbre constante en los mercados nacionales e internacionales.
El impacto positivo de estas ayudas se extiende a más de 7.000 agricultores riojanos, quienes ahora cuentan con la seguridad de vender sus uvas a precios que garantizan la rentabilidad agraria. Este respaldo es especialmente importante en un contexto de volatilidad económica, donde los productores se enfrentan a desafíos como el aumento de los costos de insumos, la competencia internacional y los efectos del cambio climático en las cosechas.
Compromiso del Gobierno de La Rioja
El Ejecutivo autonómico ha destacado su compromiso con el sector vitivinícola, considerado un pilar fundamental de la economía riojana. Estas ayudas forman parte de una estrategia más amplia para apoyar a los agricultores y bodegas, fomentando la sostenibilidad y la competitividad en un entorno cada vez más complejo.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, ha subrayado que estas subvenciones no solo buscan resolver problemas inmediatos, sino también sentar las bases para un sector más equilibrado y resiliente. “El vino de Rioja es un emblema de nuestra región, y es nuestra responsabilidad garantizar que los agricultores y bodegas puedan continuar produciendo con calidad y sostenibilidad”, afirmó.
Aunque las medidas implementadas han demostrado ser efectivas, el sector vitivinícola riojano sigue enfrentando desafíos estructurales que requieren atención a largo plazo. Entre ellos, se encuentran la necesidad de diversificar mercados, fomentar la innovación en procesos de producción y comercialización, y fortalecer la promoción internacional de los vinos de Rioja.
El Gobierno de La Rioja ha señalado que continuará trabajando de la mano con los actores del sector para desarrollar políticas que aseguren su competitividad y sostenibilidad en el futuro.
Las ayudas a la destilación voluntaria de crisis en 2024 representan un paso significativo hacia la estabilización del sector vitivinícola en La Rioja. Con un desembolso de más de 15,8 millones de euros, estas medidas han logrado aliviar el exceso de existencias en bodega, asegurar precios rentables para los agricultores y fortalecer la resiliencia del sector frente a la incertidumbre económica.
La Rioja reafirma así su compromiso con uno de los sectores más emblemáticos de su economía, garantizando que el vino de Rioja siga siendo un referente de calidad y excelencia a nivel mundial.