La Comisión sectorial vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha se va a reunir el próximo jueves, 12 de mayo, para estudiar entre otros temas de actualidad un Sistema de Retribución de la Uva que tenga unos principios básicos y comunes para todas las bodegas cooperativas de la región y que les sirva de orientación a la hora de retribuir a los socios la uva que aportan.
Tal y como explica el portavoz de vinos de Cooperativas CLM, y gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas de Mota del Cuervo (Cuenca), Juan Fuente Rus, “se deben fijar unos criterios acordes a la mejor retribución del vino en los diferentes mercados, desterrando políticas de retribución injustas que provoquen tensiones en el sector”.
En este sentido, para Cooperativas una uva de calidad debe ser aquella que permita elaborar el vino en las mejores condiciones. Para lograr esta calidad se deben tener en cuenta dos criterios agronómicos básicos: los kilos de uva recogidos por hectárea (rendimiento agronómico) y la variedad de la vid. Por eso los viticultores deben tener en cuenta que a partir de cierta cantidad producida, la calidad comienza a resentirse.
Respecto a la variedad de la vid, Juan Fuente afirma que “es necesario que el viticultor haga una separación de las variedades a la hora de diferenciar la calidad de la uva, distinguiendo entre variedades mayoritarias o tradicionales (blancas y tintas) y minoritarias o internacionales”.
Adaptarse a las circunstancias de cada campaña
Otro criterio importante a considerar a la hora de fijar el precio es el Grado Alcohólico Probable (GAP) de la uva. En este sentido Cooperativas CLM pretende determinar un rango óptimo, diferenciando uvas blancas y tintas, ya que ello dará cuenta del producto que se quiere lograr, a la vez que determina la madurez del fruto con el equilibrio de todos los compuestos: azúcares, ácidos, sustancias colorantes y sustancias aromáticas.
Juan Fuente afirma que “el Sistema de Retribución de la Uva que se pretende perfilar debe fijar unos criterios básicos y comunes a todas las bodegas cooperativas de la región con el fin de discriminar su pago, adaptándose a las distintas circunstancias de cada campaña, ya que las condiciones de mercado son diferentes cada año”.