
La Junta de Castilla y León impulsa la concentración parcelaria de Medina de Rioseco, Villanueva de San Mancio y Tamariz de Campos-Regadío
En un movimiento dirigido a la modernización del sector agrícola en Valladolid, la Junta de Castilla y León ha marcado un hito con la aprobación de la concentración parcelaria en la zona de Medina de Rioseco, Villanueva de San Mancio y Tamariz de Campos-Regadío. Este ambicioso proyecto, declarado de «utilidad pública y urgente ejecución» el pasado 15 de febrero de 2024, simboliza un paso adelante en la mejora de la eficiencia y productividad agrícola de la región.
Una inversión para el futuro del campo
Con un presupuesto que roza los 10 millones de euros, la iniciativa se erige como un pilar en el desarrollo rural de Castilla y León. De esta suma, 6 millones de euros, cofinanciados por los fondos Feader, se destinarán a la modernización del regadío, mientras que el resto se invertirá en infraestructuras rurales, totalmente financiadas por la Junta.
Este despliegue de recursos promete transformar radicalmente la agricultura local, impactando directamente en 9.421 hectáreas de tierras de cultivo y beneficiando a más de un millar de propietarios. La meta no es solo aumentar la superficie media de las fincas de 4,04 a 5,99 hectáreas sino también optimizar el uso de los recursos hídricos a través de innovaciones tecnológicas y sostenibles.
Innovación y sostenibilidad: Claves del proyecto
El proyecto no solo busca expandir la superficie cultivable sino también integrar prácticas agrícolas sostenibles y eficientes. La instalación de una estación de bombeo alimentada por energía fotovoltaica representa un ejemplo claro de la apuesta por la innovación y el respeto al medio ambiente. Esta infraestructura permitirá un uso más eficiente del agua, vital en las zonas de regadío, asegurando un suministro constante desde el Canal de Castilla hasta las áreas de cultivo.
Además, se realizarán mejoras significativas en la red de caminos y sistemas de drenaje, lo que facilitará el acceso y mantenimiento de las parcelas, mejorando así la logística y reduciendo los costes operativos para los agricultores.
La Junta de Castilla y León lanza una obra cuyo impacto trasciende lo agrícola
La relevancia de este proyecto va más allá de los límites de las parcelas agrícolas. Al impulsar la modernización y sostenibilidad del sector, se prevé un efecto multiplicador en la economía local, generando empleo y fomentando la permanencia de la población en las zonas rurales. Este esfuerzo por revitalizar el campo castellano y leonés es también una apuesta por un modelo de desarrollo rural integrador y sostenible, que pueda servir de ejemplo a nivel nacional e internacional.
Desafíos y expectativas
Aunque el camino hacia la modernización y sostenibilidad agrícola está claro, no está exento de desafíos. La coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, la efectiva implementación de las tecnologías y la adaptación de los agricultores a nuevas prácticas son solo algunos de los retos a enfrentar. Sin embargo, el compromiso de la Junta de Castilla y León con este proyecto y la cooperación de la comunidad agrícola local son señales positivas hacia el éxito de esta ambiciosa iniciativa.