La Comunidad de Regantes del Canal del Henares (CRCH) ha lanzado un llamamiento urgente a las instituciones tras el colapso de un talud ocurrido el pasado 8 de abril en el término municipal de Humanes (Guadalajara). El incidente ha provocado daños de gran envergadura en esta infraestructura crítica para el riego agrícola, cuya reparación requiere una inversión económica fuera de toda previsión presupuestaria.
El presidente de la comunidad, Ángel Estremera, acompañado por el Delegado Provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Santos López, ha visitado la zona afectada junto con representantes técnicos de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y de la Federación de la Cuenca del Tajo (FERTAJO). Todos ellos han podido constatar sobre el terreno la magnitud de los daños provocados por el derrumbe del talud a causa de las intensas lluvias registradas a principios de abril.
La reparación: una obra compleja, cara y urgente
Durante la visita, el delegado de la Junta se comprometió a trasladar el problema a las autoridades competentes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, para explorar posibles vías de colaboración institucional. En palabras de Ángel Estremera, las obras avanzan “de manera significativa”, aunque no se espera que estén concluidas antes de San Isidro, lo que ya está afectando de forma directa al inicio de la campaña de riego.
“Se trata de una infraestructura esencial para miles de hectáreas, y las obras suponen un desembolso extraordinario que no estaba presupuestado”, ha indicado Estremera.
El equipo técnico ha tenido que intervenir con urgencia y acometer una obra de gran complejidad debido a la difícil accesibilidad de la zona. Para ello, se ha abierto un camino auxiliar de 500 metros que permita el paso de maquinaria pesada, y se ha instalado un sistema de bypass y bombeo continuo para evacuar el agua procedente de filtraciones persistentes, que generan manantiales en el entorno del canal.
Una infraestructura sin ayudas pese a su relevancia
El Canal del Henares es una obra hidráulica de titularidad exclusiva de la Comunidad de Regantes, con décadas de historia a sus espaldas. Su importancia en el desarrollo agrícola de la provincia ha sido reconocida en múltiples ocasiones, pero las peticiones de ayuda por parte de la CRCH han sido reiteradamente ignoradas por las distintas administraciones.
“Llevamos años pidiendo colaboración a las administraciones autonómicas, estatales e incluso locales. Este canal no puede seguir sosteniéndose solo”, ha lamentado el presidente.
Se trata de una infraestructura de valor técnico, económico y social incalculable, cuya falta de intervención institucional amenaza con provocar no sólo pérdidas millonarias en el sector agrícola, sino también la degradación de un sistema de riego vital para la provincia de Guadalajara y su desarrollo rural.
Impacto en la campaña de riego y consecuencias para los regantes
El retraso en la campaña de riego derivado del colapso del canal podría afectar gravemente a los cultivos de la zona. Aunque los trabajos avanzan a buen ritmo, la incertidumbre sobre los plazos mantiene en vilo a los regantes, que dependen directamente de este canal para garantizar el suministro de agua a sus explotaciones.
Según estimaciones de la propia comunidad, el canal abastece a varios miles de hectáreas agrícolas, que podrían ver comprometida su producción si las labores de reparación no concluyen a tiempo. Además del daño inmediato a los cultivos, se teme que se produzca un efecto en cadena sobre los precios, los contratos de suministro y la economía local.
Un llamamiento a la implicación institucional
El mensaje de la CRCH es claro: urge una intervención institucional inmediata para reforzar la seguridad y funcionalidad del Canal del Henares. No se trata únicamente de responder ante una emergencia puntual, sino de establecer un plan de mantenimiento estructural que permita asegurar su viabilidad a largo plazo.
El presidente de FERTAJO, Primitivo Gómez, ha reiterado el apoyo incondicional de la federación a la comunidad de regantes, y ha instado a las administraciones a no mirar hacia otro lado ante una situación que, según sus palabras, “pone en riesgo el corazón agrícola de Guadalajara”.
Conclusión: el futuro del Canal del Henares, en manos de las instituciones
El Canal del Henares no es sólo una obra de ingeniería, sino un pilar esencial del sistema agroproductivo de la región. Su mantenimiento no puede recaer únicamente sobre los hombros de los regantes. Las administraciones deben asumir su responsabilidad, no solo para resolver el problema actual, sino para evitar que se repita en el futuro.
Este colapso ha puesto de manifiesto la fragilidad de infraestructuras clave en el medio rural, y ha dejado claro que sin planificación, inversión y cooperación institucional, el campo no puede seguir siendo competitivo ni sostenible.
