Según Mariano Chinchilla, secretario general del sindicato agroalimentario de CCOO en Jaén, «la campaña del olivar jienense es, en la mayoría de los casos, el único nicho de empleo que tienen las mujeres de las zonas rurales». «Si las mujeres quedan fuera del mercado laboral agrario, porque no se las contrata, no solo pierden la remuneración que supone el trabajo que realizan sino que las condena a no poder conseguir los jornales suficientes para solicitar el subsidio agrario o la renta agraria». «Si no pueden conseguir los jornales necesarios, en 6 meses podrían quedar expulsadas de Sistema Especial Agrario (SEA), según la propia ley, quedando fuera de la posibilidad de poder cotizar para acceder en el futuro a una pensión contributiva por jubilación», ha indicado el sindicalista