La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) pide a todos los agentes del sector porcino, en especial a las empresas importadoras, responsabilidad para evitar la entrada de la PPA a nuestro país, tras los dos nuevos focos confirmados el pasado 2 de julio en dos granjas alemanas, a escasos 15 km de la frontera con Países Bajos, país de origen de muchos movimientos con destino al resto de Europa. España importa 75.000 lechones y cerdos vivos a la semana, el 90% originarios de este país.
Ante esta situación, COAG reclama encarecidamente a las empresas del sector la no importación de animales vivos (lechones para vida, lechones para sacrificio y cerdos de engorde para sacrificio) durante el periodo necesario hasta conocer las causas de este último brote, y se conozca la situación real de la PPA en estos momentos. Además es muy importante que se evite el contacto con fauna silvestre, especialmente los trabajadores y personal en contacto con cerdos domésticos, que se cumplan exhaustivamente con los protocolos de limpieza y desinfección de vehículos de transporte, que se extremen las medidas de limpieza y desinfección de equipos (ropa, calzado, utensilios…) y las medidas de bioseguridad en granjas, transporte e industrias.
Asimismo, si se ha viajado a alguno de los países afectados, no traer carne o productos frescos o curados (ni fiambre, ni embutido) y evitar dejar restos de alimentos elaborados con porcino en contenedores que no que no estén habilitados para ello. “Todo precaución es poca. La entrada de PPA supondría unas consecuencias económicas catastróficas para nuestro país, no sólo por el cierre automático de muchos mercados internacionales, sino también por el daño que se ocasionaría a la imagen del sector y nuestros productos. El sector porcino español supone el 9,5% del PIB industrial, genera más de 400.000 empleos estables y de calidad en nuestro país, de los que un 35% está ubicado en el medio rural”, ha subrayado Jaume Bernis, responsable del sector porcino de COAG.