
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) califica como “parches ineficaces y contraproducentes” las propuestas planteadas ayer por el Comisario de Agricultura, Phil Hogan, para abordar la grave crisis del sector lácteo.
La reducción voluntaria y temporal de la producción, regulada en el artículo 222 de la Organización Común del Mercado (OCM), es un brindis al sol que no tendría efectos reales en la práctica. “Todo lo que no sea apostar por una regulación obligatoria a nivel comunitario no servirá para liberar excedentes del mercado, ajustar la oferta a la demanda actual y conseguir así reactivar los precios al ganadero. Ningún país va a someter voluntariamente a sus sector a una reducción para dejar libre el mercado a sus competidores”, ha apuntado Gaspar Anabitarte, responsable del sector lácteo de COAG.
La posible concesión de ayudas estatales por un máximo de 15.000 euros por ganadero por año y sin techos máximos nacionales, es una solución parcial y coyuntural que incentivará aún más la producción y mantendrá los precios por debajo de costes.
De nada sirve doblar los volúmenes de intervención pública a precio fijo para la leche en polvo desnatada y la mantequilla, que ahora están en los 109.000 y 50.000 toneladas, hasta alcanzar las 218.000 y 100.000, sin equiparar los bajos precios de retirada a los costes actuales del sector productor. Además, la cantidad almacenada seguiría presionando al mercado.
“Con esta propuesta, la Comisión Europea vuelve a dar la espalda a los ganaderos, demostrando una escasa voluntad política para evitar el cierre de miles de explotaciones. Tras más de un año vendiendo a pérdidas, los ganaderos no pueden vivir de limosnas y brindis al sol. Necesitamos precios rentables para lograr la sostenibilidad de nuestro trabajo y eso pasa por medidas de regulación que equilibren el mercado”, ha subrayado Anabitarte