Aumento ligero de la cosecha, pero con preocupaciones persistentes*

El desafío de los cítricos en la Comunitat Valenciana

Agronews Castilla y León

2 de agosto de 2024

naranja

La Comunitat Valenciana se prepara para la campaña citrícola 2024/2025 con previsiones que, aunque muestran un ligero aumento en la producción, siguen reflejando una preocupante tendencia a la baja en el rendimiento productivo de los últimos años. Los primeros datos recopilados por la Unió Llauradora, una de las principales organizaciones agrarias de la región, indican un incremento del 3% en la cosecha en comparación con la campaña anterior, alcanzando una producción estimada de 2,88 millones de toneladas. Sin embargo, esta cifra continúa siendo una de las más bajas del siglo XXI, colocándola como la tercera menor producción en lo que va del siglo.

El leve repunte en la producción no es suficiente para contrarrestar el profundo impacto que la sequía y las extremas condiciones meteorológicas han tenido en la citricultura valenciana. Según la Unió Llauradora, las temperaturas excepcionalmente altas y la falta de lluvias durante periodos críticos como la floración, el cuajado de los frutos y su posterior desarrollo, han contribuido a mantener la producción muy por debajo de los niveles históricos.

A estas condiciones climáticas adversas, se suman problemas estructurales que afectan la productividad del sector. El envejecimiento del arbolado, que se traduce en un bajo rendimiento de las cosechas, el abandono de tierras agrícolas y la creciente amenaza de plagas y enfermedades sobre las cuales cada vez existen menos herramientas de control efectivo, han agravado la situación. Estos factores han llevado a una significativa reducción de la superficie citrícola en la Comunitat Valenciana, que ha pasado de 176.826 hectáreas a finales del siglo XX a 153.867 hectáreas en la actualidad, lo que representa una disminución del 20%.

Cítricos

A pesar de los retos, la Unió Llauradora mantiene una perspectiva positiva respecto a la calidad de la cosecha prevista para este año. Se espera que los cítricos presenten buenas características en cuanto a coloración y contenido de zumo, lo cual es fundamental para su aceptación en los mercados nacionales e internacionales. Sin embargo, la organización es consciente de que la reducción en la cantidad de producción, comparada con las cifras del pasado, impone la necesidad de una comercialización cuidadosa y ordenada que permita mantener la estabilidad de los precios a lo largo de toda la campaña.

Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora, subraya la importancia de estos aspectos: “Seguimos sin recuperar capacidad productiva y estamos ante una nueva cosecha marcada por la climatología y otros factores, circunstancias que deberían servir para que los productores obtuvieran unos precios ajustados y estables”.

Preocupante descenso en el consumo interno de cítricos

Otro desafío significativo al que se enfrenta el sector citrícola valenciano es la continua caída en el consumo interno de cítricos. Según los datos de la última campaña, el consumo en los hogares ha disminuido un 7,5% en comparación con la temporada anterior y un 21% respecto a la media de los últimos cinco años. Este descenso es particularmente alarmante ya que afecta directamente a la demanda interna, la cual es vital para la estabilidad del sector.

Foto collita actual 2

La única excepción en esta tendencia es el consumo de mandarinas, que experimentó un ligero repunte durante la última campaña. No obstante, la Unió Llauradora insiste en la necesidad de implementar campañas de promoción que fomenten el consumo de cítricos entre los consumidores nacionales. “Es fundamental recuperar el hábito del consumo de cítricos en los hogares para garantizar un mercado interno fuerte que pueda absorber la producción local”, destaca Peris.

Mientras la producción local enfrenta estas dificultades, las importaciones de cítricos continúan en aumento, exacerbando la competencia en los mercados. En el primer cuatrimestre de 2024, España importó 606.969 toneladas de cítricos, un 6,3% más que en el mismo periodo del año anterior. Estos volúmenes de importación, principalmente procedentes de Egipto, Turquía y Marruecos, representan un 17,5% más que la media de los últimos cinco años, lo cual preocupa profundamente a los productores valencianos.

La Unió Llauradora ha señalado la necesidad urgente de reforzar las medidas de control sanitario para evitar que estas importaciones pongan en riesgo la sanidad vegetal local. Entre las propuestas de la organización se encuentran la ampliación del tratamiento de frío a mandarinas y pomelos, así como la implementación de protocolos de importación más estrictos para prevenir la introducción de plagas y enfermedades. “Debemos proteger nuestra producción local, que enfrenta elevados costes para combatir plagas, frente a las importaciones que a menudo no cumplen con los mismos estándares sanitarios”, argumenta la organización.

Además, la Unió Llauradora propone revisar las políticas de bonificación en los puertos españoles, que en algunos casos favorecen la entrada de cítricos importados. La organización cita el caso de PortCastelló, que ha decidido eliminar las bonificaciones para la entrada de cítricos extranjeros en su plan de empresa para 2025, como un ejemplo a seguir para otros puertos del país.

Foto collita actual 3

En este contexto, la Unió Llauradora aboga por un enfoque que combine la defensa de la producción local con una estrategia comercial orientada a garantizar precios estables y justos para los productores. La organización insta a la industria de zumos a priorizar la demanda de fruta local a buenos precios, lo que podría contribuir a mejorar el aprovechamiento de la producción y apoyar la estabilidad económica de los agricultores.

Carles Peris concluye subrayando la necesidad de una acción concertada entre los productores, la industria y las autoridades para afrontar los retos que enfrenta el sector citrícola valenciano: “La situación requiere de un esfuerzo conjunto para mantener la sostenibilidad del sector. Es esencial que los productores reciban precios que reflejen el valor real de su trabajo y que se adopten medidas para proteger nuestra producción frente a las crecientes amenazas externas”.

En resumen, la campaña 2024/2025 se presenta con luces y sombras para el sector citrícola de la Comunitat Valenciana. Aunque se espera un ligero aumento en la producción, la cifra sigue siendo preocupantemente baja en comparación con las últimas décadas. Los productores enfrentan el desafío de mantener la calidad y estabilidad de precios en un contexto de disminución del consumo interno y creciente competencia de las importaciones. La respuesta a estos desafíos determinará el futuro de la citricultura en la región y su capacidad para seguir siendo un pilar económico en los próximos años.



Share This