El Seprona ha llevado a cabo una de las operaciones contra la caza furtiva más importantes de la historia que se ha saldado con 5 detenidos y otros tres investigados en Extremadura. En concreto en la comarca de Campo Arañuelo y en Casatejada, donde los propietarios denunciaron varios actos de caza furtiva que les hicieron encontrarse con ciervos, jabalíes y hasta dos búfalos de agua abatidos de forma ilegal.
Según informa la Guardia Civil, el coto privado de caza donde se realizaban estas actividades estaba cercano a una vía de acceso y conectado con otras carreteras nacionales con lo que la huida era más fácil una vez tenían la cabeza del animal en su posesión. Estas actividades de caza y “competición” se llevaban a cabo entre octubre y febrero y en horario de tarde y noche, según la investigación que se saldó tras los registros con un calibre 243 win, monotiro, con mira telescópica y silenciador, además de un cuchillo de caza.
EN UN DATO
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Se estiman unas pérdidas patrimoniales por estos actos de caza furtiva de hasta 200.000 euros.
En esos registros además comprobaron en los distintos domicilios que había más de un centenar de trofeos de caza de gamos, ciervos o corzos, entre otros. Tres de las personas serán juzgadas por posibles delitos contra la flora y la fauna y maltrato animal; otro por receptación con taxidermia ilegal en Talayuela; y la última por un delito de encubrimiento, tras comprobarse su participación en la destrucción de las dos cabezas de búfalos de agua.
Otras tres personas han sido investigadas: la primera de ellas por un delito de receptación, al recibir los trofeos en un taller clandestino para su naturalización en Navalmoral de la Mata (Cáceres), la segunda por un delito contra la flora y la fauna y el tercero por encubrimiento, quien facilitaba la ocultación de los trofeos en distintos talleres de taxidermia que también han sido investigados e inspeccionados.
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