Bajo el lema “Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción” y convocados tanto por ASAJA como por la Alianza UPA - COAG

Los cerealistas llamados a una nueva protesta el 11 de octubre en Valladolid

Agronews Castilla y León

7 de octubre de 2024

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Valladolid se convertirá en el epicentro de la protesta agraria: ASAJA y Alianza UPA-COAG lideran una concentración que demanda soluciones para los cerealistas. El viernes 11 de octubre a las 12:00 horas, frente a la Delegación del Gobierno en Castilla y León, los agricultores y ganaderos de la región alzarán sus voces en defensa de la agricultura cerealista. Esta convocatoria se lanza bajo el lema “Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción”, en un contexto de crisis económica para el sector.

La protesta agraria como respuesta a una crisis sostenida

Las organizaciones agrarias ASAJA y la Alianza UPA-COAG han unido fuerzas para movilizar al sector agrario, convocando a una concentración para visibilizar la situación crítica que atraviesan los productores de cereales. Este evento está previsto para el próximo viernes 11 de octubre y se espera una alta participación de agricultores de toda Castilla y León.

El lema de la manifestación, “Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción”, refleja las principales preocupaciones que aquejan al sector: el aumento de los costes de producción, las importaciones masivas de cereal ucraniano, y la especulación de los mercados, factores que han generado números rojos en las cuentas de los agricultores durante varias campañas consecutivas.

Los cerealistas llamados a una nueva protesta el 11 de octubre en Valladolid

Los elevados costes de producción asfixian los cerealistas

Uno de los puntos centrales de la protesta es el alto coste de los factores de producción. Según datos recogidos por las organizaciones agrarias, el precio de los fertilizantes ha subido entre un 30% y un 40% en los últimos dos años. A esto se suman incrementos significativos en los precios de otros insumos esenciales como las semillas, los productos fitosanitarios y la energía.

La energía eléctrica, por ejemplo, ha experimentado un aumento de más del 60% desde 2022, lo que ha afectado a todas las fases de la producción, desde la preparación de los terrenos hasta la cosecha. Este encarecimiento ha puesto contra las cuerdas a muchos agricultores, especialmente a aquellos cuya producción depende de sistemas de riego intensivo, donde los costos energéticos representan una parte sustancial del presupuesto.

Los fitosanitarios, productos esenciales para el control de plagas y enfermedades, han visto un incremento de precio del 20% en el último año. ASAJA y la Alianza UPA-COAG destacan que el costo de estos insumos se ha vuelto insostenible, erosionando aún más la rentabilidad del cerealista.

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La llegada masiva de cereal ucraniano: ¿Competencia desleal?

Otro de los grandes desafíos que ha llevado al sector agrario a esta situación límite es la importación masiva de cereales procedentes de Ucrania. Desde el inicio de la guerra en este país, la Unión Europea ha facilitado la entrada de grano ucraniano como medida para mitigar el impacto económico del conflicto en el mercado global.

Sin embargo, estas importaciones han generado una distorsión significativa en el mercado local, devaluando el precio de los cereales españoles. ASAJA y la Alianza UPA-COAG denuncian que los operadores del mercado están utilizando estas importaciones para hundir los precios de las producciones locales. Como resultado, los agricultores castellanos y leoneses, que ya enfrentan costes de producción elevadísimos, están vendiendo su grano a precios que no cubren los gastos.

Para ilustrar esta situación, el precio del trigo en Castilla y León ha bajado un 15% en comparación con el año anterior, mientras que el precio del maíz ha caído un 12%, de acuerdo con los datos proporcionados por las organizaciones agrarias.

Especulación en el mercado: un enemigo silencioso

Además de las importaciones, la especulación en los mercados de materias primas ha exacerbado la situación. ASAJA y la Alianza UPA-COAG señalan a los operadores comerciales como actores clave en esta crisis, acusándolos de aprovecharse de las importaciones para generar beneficios a costa de los productores locales.

A pesar de que los agricultores están recibiendo precios bajos por su grano, los ganaderos, que dependen de los piensos elaborados con estos cereales, no están viendo una reducción en los costos de alimentación para su ganado. Esto evidencia, según los convocantes, que la especulación está afectando a toda la cadena de valor.

Varias campañas consecutivas de pérdidas y la reducción de las siembras

Las consecuencias de esta crisis no son solo económicas, sino también productivas. En los últimos cinco años, las campañas de cereales en Castilla y León han sufrido altibajos debido a factores climáticos, como la sequía, y económicos, como los altos costos de producción y el hundimiento de precios.

En la campaña 2023, la producción de cereales en la región experimentó una caída del 10% debido a una combinación de sequía y costes elevados. Para la campaña 2024, se espera una reducción adicional de las siembras si no se implementan medidas de apoyo concretas por parte de las autoridades.

La sequía afectó a más del 30% de las tierras de cultivo en varias provincias de Castilla y León durante el verano, reduciendo la capacidad productiva de muchas explotaciones agrarias. Esto, sumado a la falta de incentivos económicos, ha llevado a muchos agricultores a plantearse la reducción o eliminación de las siembras de cereal en favor de otros cultivos más rentables o menos costosos.

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Reivindicaciones y soluciones propuestas por las organizaciones agrarias

Frente a esta situación, ASAJA y la Alianza UPA-COAG exigen medidas urgentes y concretas para paliar la crisis que atraviesa el sector. Entre las principales demandas destacan:

  • Subvenciones directas para la compra de fertilizantes y otros insumos esenciales, con el objetivo de reducir los costes de producción.
  • Restricciones a las importaciones de cereal procedente de países extracomunitarios, como Ucrania, para evitar la competencia desleal.
  • Políticas de control sobre la especulación en los mercados agrícolas, que permitan asegurar precios justos tanto para agricultores como para ganaderos.
  • Inversiones en infraestructura de riego y almacenamiento para mitigar los efectos del cambio climático y mejorar la capacidad productiva.

La concentración del 11 de octubre: una cita clave para el futuro del cereal

El próximo viernes 11 de octubre, los agricultores y ganaderos de Castilla y León tienen una cita crucial frente a la Delegación del Gobierno en Valladolid. ASAJA y la Alianza UPA-COAG llaman a la unidad del sector agrario en esta concentración para exigir soluciones concretas a una crisis que amenaza con destruir la base de la agricultura cerealista en la región.

Este evento se perfila como una manifestación masiva en la que se espera la asistencia de miles de agricultores, no solo de Castilla y León, sino de otras regiones afectadas por problemas similares. Las organizaciones agrarias insisten en que solo a través de la movilización y la presión social será posible obtener las respuestas necesarias por parte de las autoridades políticas.

La concentración convocada por ASAJA y la Alianza UPA-COAG es un grito de auxilio en defensa de un sector que se encuentra al borde del colapso. Los elevados costes de producción, las importaciones masivas y la especulación en el mercado han dejado a los cerealistas en una situación insostenible, que solo puede revertirse con políticas de apoyo claras y medidas concretas.

 



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