
El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña ha llevado a cabo una actuación urgente en varias comarcas del Pirineo con el objetivo de reducir las poblaciones de ciervos y jabalíes para minimizar el riesgo de contagio de tuberculosis bovina desde la fauna silvestre al ganado doméstico.
Durante los días 14, 15 y 16 de abril, se intensificarán los controles poblacionales excepcionales en Alt Urgell, Pallars Sobirà y Ripollès, coincidiendo con zonas de alta densidad de fauna silvestre y condiciones climáticas favorables. Esta medida forma parte del nuevo Plan de Control Poblacional (PCP) que está finalizando el departamento y que se aplicará sobre una superficie de aproximadamente 160.000 hectáreas distribuidas en 30 municipios.
¿Por qué se intensifica el control de fauna cinegética?
La decisión de actuar con urgencia se ampara en el Decreto Ley 5/2024, de 26 de abril, que faculta a la administración para anticiparse a posibles emergencias sanitarias mediante la gestión global de especies cinegéticas (como el jabalí, el ciervo o el gamo), siempre que se justifique por motivos de salud pública, sanidad animal o protección ambiental.
La tuberculosis es una enfermedad zoonótica de gran impacto económico y sanitario, causada por el complejo Mycobacterium tuberculosis. En el medio natural, puede propagarse entre fauna salvaje y rebaños domésticos a través del contacto directo o indirecto en puntos de alimentación, bebederos o zonas de pasto compartidas.
La presencia creciente de fauna silvestre infectada constituye una amenaza para la sanidad ganadera. En especial, los jabalíes y ciervos actúan como reservorios y vectores de transmisión de la tuberculosis, por lo que reducir su densidad es clave para interrumpir el ciclo epidemiológico.
Impacto de la tuberculosis en el Pirineo catalán
Aunque las comarcas del Alt Pirineu se clasifican como de riesgo bajo, la situación epidemiológica evoluciona. Desde 2011, en el marco del programa de vigilancia sanitaria de fauna salvaje, se han confirmado 199 casos positivos en animales silvestres en Cataluña, de los cuales 67 se localizaron en Alt Urgell, Pallars Jussà y Pallars Sobirà.
Durante 2024, se han registrado los siguientes datos en fauna silvestre en el Alt Pirineu:
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18 jabalíes positivos a tuberculosis.
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1 ciervo positivo.
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357 jabalíes analizados.
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151 ciervos analizados.
Estos resultados evidencian que, a pesar del bajo riesgo general, existen focos activos que justifican intervenciones preventivas más intensas y focalizadas.
El papel de las Reservas Nacionales de Caza y Forestal Catalana
La operación contará con la intervención del personal de las Reservas Nacionales de Caza situadas en el Pirineo y efectivos de Forestal Catalana, empresa pública adscrita al Departamento. Estos equipos serán los encargados de ejecutar las capturas selectivas de jabalíes, ciervos, gamos y corzos en los puntos más conflictivos.
Estas capturas se realizarán durante tres jornadas consecutivas en los municipios seleccionados, con prioridad en zonas donde se ha detectado una mayor densidad de animales y, por tanto, un mayor riesgo epidemiológico.
Un plan con visión integral: ciencia, vigilancia y concienciación
Además del control cinegético, el Plan de Control Poblacional contempla una estrategia integral basada en:
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Optimización del plan de recogida de muestras para mejorar el conocimiento sobre la epidemiología de la tuberculosis.
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Monitorización de fauna silvestre no cinegética, como zorros o tejones, que también pueden actuar como vectores de transmisión.
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Sensibilización de todos los sectores implicados, incluidos los ganaderos, cazadores, veterinarios y administraciones públicas.
La cooperación entre actores es esencial para lograr una reducción efectiva del riesgo de transmisión y evitar consecuencias más graves sobre la sanidad animal y la economía agraria de la zona.
Factores de riesgo: más allá de la fauna silvestre
Desde el Departamento de Agricultura se insiste en que la fauna silvestre no es el único factor de riesgo en la aparición de tuberculosis bovina. Otros aspectos como la gestión ganadera, las condiciones sanitarias de las explotaciones o los movimientos de animales también influyen.
Por ello, se apuesta por una gestión integrada que reduzca los puntos de contacto entre ganado y fauna salvaje, especialmente en:
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Zonas de pasto compartido.
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Bebederos y comederos comunes.
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Infraestructuras agroganaderas abiertas.
Conclusión: una respuesta estratégica para proteger el sector ganadero
El despliegue del Plan de Control Poblacional en el Pirineo catalán representa una respuesta proactiva y estratégica ante una amenaza sanitaria latente. Su implementación permitirá:
✅ Reducir la densidad de especies cinegéticas con alto riesgo de transmisión.
✅ Proteger la sanidad del ganado bovino y caprino en explotaciones de montaña.
✅ Mejorar el conocimiento científico sobre la dinámica de la tuberculosis.
✅ Fomentar la colaboración interinstitucional entre sectores clave.
✅ Minimizar riesgos económicos y sanitarios para el sector primario.
En un contexto donde la salud animal, la salud pública y la sostenibilidad del medio rural están estrechamente vinculadas, estas acciones refuerzan la resiliencia del territorio y aseguran la viabilidad de la ganadería extensiva en zonas de montaña.