Es, sin duda, una de las estrellas más rutilantes en cada edición de Ecocultura, el caracol “cargado” con el producto que identifique la temática anual de esta feria se ha convertido, por derecho propio, en la referencia en imagen de este encuentro.
Desde el primero, por aquél ya lejano 2004, arrastrando un hermoso tomate hasta el último, el actual de 2014, que con su paja a la espalda representa la Agricultura Familiar a la que se dedica la onceava edición de Ecocultura, todos y cada uno de ellos han cumplido, a la perfección con su trabajo de representar a este encuentro que con el paso de los años ha llegado a ser una de las referencias fundamentales de los agricultores y ganaderos ecológicos que buscan, en estos circuitos cortos de comercialización, vender sus productos, atraer a los consumidores hacia este tipo de productos aprovechando el “tu a tu” que facilitan este tipo de ferias y, sobre todo, dar a conocer una forma de labrar la tierra o de trabajar con los animales que cada año gana más adeptos.
