Caleruega, la cuna de Santo Domingo de Guzmán, una visita obligada dentro del turismo rural burgalés

Agronews Castilla y León

10 de enero de 2015

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Caleruega es uno de los pueblos de la provincia que más historia atesora. Está marcada por dos hitos fundamentales. Uno, el nacimiento del fundador de la Orden de Predicadores, Santo Domingo de Guzmán; el segundo, su privilegiada ubicación en el mapa de la provincia, cercana a otros lugares de gran historia y monumentalidad como Silos, Aranda de Duero, Peñaranda de Duero, la ciudad romana de Clunia y toda la Ribera que le confiere un especial encanto a toda la zona.

Uno de sus principales monumentos, que marcan de alguna manera el origen de la villa es el Torreón de los Guzmanes. Por su traza, data del siglo XI. Está ubicada en el interior del convento dominico y tiene similitudes con las torres defensivas que se desperdigan por todo el norte de la Castilla de la Reconquista. El torreón es de origen prerrománico, el cual se puede contemplar en sus ventanales mozárabes; tiene planta cuadrada con un alzado apiramidado similar a la torre de Doña Urraca de Covarrubias. Está formado por cuatro pisos y unas almenas coronan la fortificación.

Santo Domingo

Claustro del Real Monasterio. BC

Pero si hay un hito histórico importante es el nacimiento en 1170 de Santo Domingo de Guzmán. Domingo de Guzmán y de Aza era hijo Félix y Juana, nobles castellanos y señores de esa pequeña villa de campesinos. A los 14 años es enviado al Estudio General de Palencia donde estudia varios cursos de artes liberales y teología. Le cautiva la Sagrada Escritura y, con ocasión de una hambruna desencadenada por entonces en el país, pone en práctica lo aprendido en el Evangelio: vende sus valiosos libros de pergamino para dar de comer a los necesitados e influye en compañeros y profesores para fundar una “limosna” o pequeña institución benéfica de socorro a los indigentes. Es un primer rasgo maduro de la compasión asimilada en su infancia.

Domingo vivió con intensidad algunos de los episodios más importantes, no sólo de la incipiente España, sino de toda Europa. Conoció la expansión del Cister, la Castilla de Alfonso VIII y de la Francia monacal o los Concilios de Letrán, aspectos que marcaron su vida. De Guzmán se dice que fue el fundador de la devoción del santo Rosario, los belenes y otras manifestaciones de piedad y religiosidad popular. Murió en Bolonia en 1221, cuando se iniciaba la construcción de la catedral de Burgos. Fue nombrado santo en 1234.

Conventos

Iglesia de San Sebastián. BC

La villa cuenta con dos conventos, uno masculino y el otro femenino, ambos de dominicos. La plaza del pueblo, en la que se encuentran los dos conventos, la iglesia de San Sebastián y el monumento a Santo Domingo, es una pequeña isla de misticismo.

El femenino es el convento del Real Monasterio de Santo Domingo. Es el principal edificio, junto al Torreón de los Guzmanes. Se cuenta en la villa que en este solar fue donde nació Santo Domingo. Su hermano Manés construyó aquí un pequeño templo en 1237 para conmemorar su subida a los altares. Pero es en 1266 cuando el rey Alfonso X el Sabio funda un convento de monjas en el mismo lugar, respetando el templo original y trayendo monjas de San Esteban de Gormaz.

Su claustro es muy bello y está decorado con motivos góticos y renacentistas. Pasear por él supone trasladarse a otra época. Además, la Junta de Castilla y León ha recuperado para Caleruega el sepulcro de la Infanta Leonor. Se trata de un sarcófago de madera realizado para albergar los restos de la hija de Alfonso X el Sabio custodiados por las Dominicas desde hace ocho siglos. La joven Leonor murió en Francia, se trasladó su cuerpo a una de las fundaciones de su padre. Se realizó un estudio en el Centro de Restauración de Bienes Culturales de Simancas, participando las universidades de Valladolid y la Complutense en su restauración.

El monasterio masculino es de construcción moderna y data de los años 50.

Iglesia

La iglesia está dedicada a San Sebastián y es un templo románico de una sola nave. Tiene una hermosa portada, también románica. En su interior se encontró durante siglos la pila románica que sirvió para el sacramento del bautismo y que fue llevada en tiempos de Alfonso X al convento de monjas para custodiarla y en 1605 se trasladó a Valladolid para bautizar a Felipe IV. Por último, viajó a Madrid junto con la corte y hoy en día es la pila en la que se bautiza a los herederos de la Corona española.



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