Argentina se enfrenta a una preocupante disminución en la superficie de siembra de maíz para la campaña 2024/25. Según las proyecciones iniciales, el área sembrada podría reducirse en un 21%, lo que representa una pérdida de aproximadamente 2 millones de hectáreas. Este descenso sería el más significativo en 17 años, desde la campaña 2008/09, y marcaría el fin de un ciclo de crecimiento sostenido de nueve años en el área cultivada de maíz.
Las Causas de la Caída en la Superficie de Siembra
El descenso en la superficie sembrada se debe, según refleja Cristián Russo en un informe de la Bolsa de Rosario, principalmente a la proliferación de la chicharrita, un insecto vector que transmite la bacteria Spiroplasma kunkelii, causante del achaparramiento del maíz. Esta enfermedad, que antes era endémica en el norte del país, ha expandido su alcance, afectando gravemente a las plantaciones en regiones clave como el centro y el sur de la región pampeana. En provincias como Chaco y Santiago del Estero, los rendimientos han caído entre un 50% y 70%, y la pérdida de área cultivada alcanza entre 25% y 60%. Estas cifras evidencian el impacto devastador de la chicharrita en las zonas productoras.
En otras regiones como el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, las pérdidas de área cultivada debido a la chicharrita varían entre 20% y 35%, mientras que la intención de siembra ha disminuido entre 30% y 50%. La situación es similar en Entre Ríos y en la región núcleo, donde se proyecta una caída en la intención de siembra del 30%. No obstante, en el centro y sur de Buenos Aires y en La Pampa, donde el achaparramiento del maíz no ha tenido un impacto significativo, la intención de siembra para la campaña 2024/25 se mantiene similar a la del ciclo anterior.
El Impacto de la Chicharrita en las Siembras Tardías
La chicharrita afecta principalmente a las siembras tardías, aquellas realizadas después del 10 de diciembre. En la campaña 2023/24, el 65% del maíz fue sembrado tardíamente, lo que exacerbó los efectos de la enfermedad. La incertidumbre sobre la población de chicharrita y las pérdidas sufridas han llevado a los productores a evitar estas fechas de siembra, lo que aumenta la dependencia de las lluvias en septiembre y octubre. Sin embargo, las proyecciones climáticas no son alentadoras, ya que se espera la influencia de una «Niña» moderada durante ese período, lo que podría agravar aún más la situación.
Escenarios y Proyecciones para la Producción de Maíz
Si se materializa la reducción del área sembrada en un 21%, la superficie total destinada al maíz en Argentina se reduciría a 7,67 millones de hectáreas para la campaña 2024/25, con una producción estimada de 49 millones de toneladas. Este cálculo asume condiciones climáticas normales y contempla que 6,17 millones de hectáreas se destinarán a la producción de grano.
Por otro lado, la campaña 2023/24 registró un ajuste en el área sembrada, que alcanzó 9,67 millones de hectáreas, superando las estimaciones iniciales de 10 millones de hectáreas. Este ajuste se debe a la incorporación de nuevas áreas en provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, así como en las provincias del norte del país, donde se incrementó la superficie maicera en 230.000 hectáreas.
Producción Final de Maíz en la Campaña 2023/24
A pesar de los ajustes y la expansión del área sembrada, la producción final de maíz para la campaña 2023/24 se ha visto seriamente afectada por el achaparramiento. Se estima que Argentina cerrará la campaña con una producción de 49 millones de toneladas, significativamente por debajo de las 67 millones de toneladas proyectadas inicialmente. Este déficit de 18 millones de toneladas se atribuye directamente al impacto de la chicharrita.
Perspectivas para la Campaña Triguera 2024/25
Mientras el maíz enfrenta desafíos significativos, la situación es algo más alentadora para el trigo. Las lluvias en Buenos Aires a principios de agosto han consolidado una estimación de 6,7 millones de hectáreas sembradas con trigo en todo el país. Aunque el oeste de Argentina ha sufrido deterioro debido a la falta de agua y bajas temperaturas, se mantienen expectativas positivas para la campaña triguera 2024/25, con una producción proyectada de 20,5 millones de toneladas.
La campaña 2024/25 se perfila como un año de grandes desafíos para los productores de maíz en Argentina. La combinación de la amenaza de la chicharrita, la incertidumbre climática y la reducción en la superficie sembrada podría tener un impacto significativo en la producción nacional. Sin embargo, el sector agrícola argentino ha demostrado resiliencia en el pasado, y el desenlace de esta campaña dependerá en gran medida de las condiciones climáticas y de la capacidad de los productores para adaptarse a estos desafíos.
