Cada vez más “amarillo” en los campos de Castilla y León.

Basta con recorrer cualquiera de las nueve provincias de Castilla y León para comprobar como el color amarillo de la colza cada vez está más presente.

Poco a poco este cultivo se está abriendo camino hasta convertirse en una alternativa por la que se decantan muchos cultivadores para las rotaciones una vez que van conociendo sus secretos con lo que los rendimientos van aumentando, aprovechando más todavía el precio tan atractivo que tiene.

Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, esta campaña se han sembrado en España 33.300 hectáreas de las que, prácticamente, la mitad lo han hecho en Castilla y León, 16.352, sólo seguida de lejos por Cataluña con 6.345 y Navarra con 4.802.

A nivel regional lo primero que se puede destacar es el importante incremento de las hectáreas dedicadas a la colza que se ha vivido esta campaña, pues se han sembrado un 13,6% más al pasar de 14.392 hectáreas de 2012 a las 16.352 de la actual, recordando, además, que en 2011 fueron 11.984.

Zamora aglutina casi un tercio del total castellanoleonés con 5.200 hectáreas, seguida por Valladolid, 3.561, y Salamanca, 3.152, aunque ésta es la única provincia en la que se reduce la superficie de un año a otro. Por el contrario, destacar el espectacular incremento que se ha vivido en Soria que ha pasado, sólo en un año, de 85 hectáreas dedicadas a este cultivo de la familia de las brasicáceas a 487 en la campaña presente.

Fuente: MAGRAMA, Consejería de Agricultura y Ganaderia y elaboración propia.

En cuanto a las producciones, según los datos que ha ofrecido la Consejería de Agricultura y Ganadería podían rondar las 41.747 toneladas lo que prácticamente supondría duplicar la de la campaña de 2012 cuando se quedó en 23.335, fruto sin lugar a duda de una mejora de los rendimientos fruto del trabajo de todos aquellos que se dedican a esta actividad pero también como consecuencia de una climatología que ha beneficiado este año a este cultivo.

El hecho de que los agricultores vayan conociendo cada vez más las virtudes de este cultivo, los detalles del trabajo con él…junto con la importante rentabilidad que ofrece tanto económica como agronómica son los argumentos que explican el por qué de su crecimiento. Con respecto a la primera razón basta con recordar el precio que ha tenido en la última sesión de la Lonja de Salamanca que se ha situado en los 338 euros por tonelada, muy por encima del que percibe cualquier cereal, por ejemplo.

Mientras que en el apartado agronómico, su siembra temprana, septiembre y primera mitad de octubre, hace que sea una perfecta rotación para los cereales, incluso distintos informes aseguran que mejora un 25% el rendimiento de éstos cuando le siguen. Su raíz profunda, sin lugar a dudas, contribuye de una manera clara a esos beneficios.

Para una mayor información en este apartado se adjunta a estas líneas unas pequeñas notas elaboradas por los servicios técnicos de la Cooperativa ACOR.