Burgos salva la cosecha pero se reduce la producción por hectárea

Agronews Castilla y León

4 de agosto de 2015

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Burgos salva su cosecha. Tras las dudas más que razonables surgidas entre los agricultores ante la falta de lluvias a comienzo de verano, los aguaceros registrados a mediados de junio han permitido salvar la temporada. Eso sí, aunque se ha evitado la “catástrofe”, la cosecha “no ha sido ni mucho menos una bendición”. Así al menos lo entiende Gabriel Delgado responsable de UPA-COAG, que asegura que la cosecha de este año será “normal tirando a regular”.

Los primeros cálculos hablan de entre 500 y 1.000 kilos menos de media por hectárea

En este sentido, Delgado explica que la falta de lluvias durante la etapa clave del crecimiento del cereal ha repercutido negativamente en la cantidad del cereal recogido, que a falta de hacer el recuento final, podría haberse reducido entre “500 y 1.000 kilos por hectárea de media”. Obviamente, hay zonas en las que la producción se ha visto más mermada que en otras, en las que la calidad de la tierra ha permitido que la cantidad de kilos apenas varíe respecto al año pasado.

En este saco hay que destacar las comarcas de Las Merindades y La Bureba, que han sido las dos zonas “más castigadas” por las inclemencias meteorológicas este año. La primera, a causa de las inundaciones de principios de año. La segunda, por la falta de lluvias que ha lastrado el desarrollo de todo el potencial de las tierras. Eso sí, a pesar de la caída de producción de este año, La Bureba sigue siendo la comarca referencia.

En lo que en principio parece que no hay mucha diferencia respecto a la cosecha del año pasado es en la calidad del grano. “Parece que en términos generales se ha salvado la calidad” en casi todas las zonas gracias a las lluvias de junio, sostiene Delgado, quien, eso sí, hace una diferencia a este respecto entre las “tierras buenas” y las “malas”. Y es que, obviamente, las “buenas” han soportado mejor la falta de lluvias.

A falta del recuento final

Con todo, no será hasta dentro de algunas semanas cuando se pueda realizar un balance definitivo de la cosecha de este año, toda vez que todavía quedan campos por recoger. Eso sí, no muchos. Y es que, una de las principales consecuencias de la sequía registrada a principios de verano es que la cosecha se ha tenido que adelantar en la práctica totalidad de la provincia alrededor de dos semanas. Tal es así que hoy, 3 de agosto, apenas queda por cosechar “alrededor del 10 por ciento” de los campos de cultivo, cuando otros años por estas fechas sólo se había cosechado la mitad de la superficie de cereal.

G. de la Iglesia – www.burgosconecta.es



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