No, no va de Casillas, Diego López ni Valdés. Esta modesta reflexión viene a cuento de algo más importante: la celebración como cada 15 de octubre del Día Internacional de las Mujeres Rurales. Día en el que salieron a colación unos datos del Ministerio de Agricultura sobre la titularidad compartida de las explotaciones agrarias.
Algo que costó no poco tiempo y trabajo al sector agrario hasta que se plasmó en una nueva ley en vigor desde enero de 2012. Pero que tristemente no ha calado: solo 52 mujeres se han acogido a esta modalidad en toda España, la mayoría, 19, en Castilla y León.
Hay ocho comunidades en las que ninguna mujer ha dado este paso, seguramente por las trabas burocráticas, aunque en la realidad muchas mujeres trabajan en el campo igual que su pareja, además de llevar la casa, otro trabajo arduo y no siempre reconocido. Pero solo figura como cotizante el varón.
Otra de las causas puede ser la falta de coordinación entre administraciones: hasta organismos de una misma Administración te pueden volver loco con el papeleo. Sea cual sea la causa, es una pena porque la titularidad compartida permite el reparto de rendimientos y el cobro de ayudas a partes iguales, entre otras ventajas.
