Menos lobos

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Recuerdo perfectamente la imagen, aunque se remonta a la época del Cuéntame. Un señor del pueblo mató un lobo en el monte y se expuso en la plaza como un trofeo. Eran tiempos en que se consideraba alimaña. Ni lo de entonces, ni lo de algunos ahora, que se creen que la naturaleza es una postal y se olvidan que en ella estamos las personas, desde antes que los Atapuerca. Y entre esas personas están los ganaderos, especie verdaderamente en extinción como no se remedie.

Castilla y León es una de las regiones de la Unión Europea con mayor censo de lobos, seguramente cerca de los 2.000 ejemplares. Los agentes medioambientales y otros técnicos de la Junta están elaborando un nuevo censo que se espera terminar el próximo año. No hace tanto que encontramos huellas de lobo en caminos que están a veinte minutos en coche de una ciudad como Valladolid. El lobo siempre ha estado con nosotros, aunque algunos no lo sepan.

Algunos que denuncian “el acoso” al lobo y piden mayor protección para esta especie. Que se permiten decirles a los ganaderos que no hay que acabar con los lobos. Estoy por escuchar entre las gentes del campo que se pida la desaparición de este animal. La demanda mayoritaria de los ganaderos va por otro lado. Incluso está respaldada por el Tribunal Supremo: que se paguen los daños del lobo al ganado, de una forma justa y rápida.

No pierdo la esperanza de que algún día se dé a cada cual una cobertura informativa acorde a la representación real que tiene. Las organizaciones agrarias tienen miles de afiliados y de votos en las elecciones a cámaras agrarias a las que someten. Para hacer una asociación, ecologista o de lo que sea, en España poco más que te piden que la integren al menos dos personas y presentes unos estatutos.

Pero los circos de algunos, dicho así por ellos mismos, venden mucho más para algún titular que la labor diaria de los ganaderos, de las organizaciones agrarias, de los biólogos y de otros científicos que estudian al lobo. Con una llamada a cualquier organización agraria, al momento puedes recibir decenas de fotos con los daños tras los ataques del lobo al ganado. Invito a quien quiera a que pida a esas asociaciones supuestamente conservacionistas, porque las de verdad no montan esos circos para salir en la prensa, fotos de lobos abatidos por furtivos. Lo que se dice pruebas, vamos, de ese acoso y demás lindezas que hay que aguantar en estos tiempos que nos han tocado de mayorías silenciosas frente a cuatro voceras.

Blog de Luis Ángel Reglero

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