El colapso de las colmenas

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La todavía hoy misteriosa muerte de las abejas de la miel, porque a otros tipos de abejas no las afecta tanto este grave problema, daría para más un programa de misterio. Como serán de importantes estos insectos, que la mismísima revista Time les ha llevado a su portada este verano. Se dice, aunque muchos cuestionan que en realidad lo dijera, que Albert Einstein advirtió de que sin las abejas, al planeta le quedarían pocos años de vida.

Son titulares que quedan muy bien, porque la realidad científica no vende tanto como la ciencia ficción. Por eso recomiendo la web de los departamentos de agricultura (USDA) y de medio ambiente (EPA) de Estados Unidos, el país que seguramente más haya investigado lo que científicamente se denomina el colapso de las colmenas. Tienen apartados en español.

En Estados Unidos llevan décadas investigando y todavía no se sabe exactamente por qué se mueren una de cada tres abejas de la miel. Por el momento, lo que apuntan los científicos es que se debe a una serie de factores, no solo a los pesticidas, pese a que muchos les señalen como culpables sin más. La propia Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos no ha encontrado pruebas científicas de que pesticidas como los neonicotinoides sean los causantes.

Uno de los problemas es que las abejas no vuelven a las colmenas, porque mueren en el campo, lo que dificulta la investigación. Además, otra de las causas de mortandad es un ácaro, la varroa, pero los tratamientos para combatirlo se tienen que modificar cada tres o cuatro años, porque se inmuniza ante ellos.

El problema no es banal en Castilla y León, con casi 4.000 apicultores profesionales y cerca de 368.00 colmenas, gran parte de ellas en Salamanca. Las abejas son esenciales para el planeta. Vitales para muchos cultivos. Pero las abejas de la miel no son las únicas que polinizan. Otras especies también lo hacen, como recuerdan los estudiosos de esta mortandad que buscan soluciones a un problema grave, pero que todavía no da para una catástrofe de película.

Blog de Luis Ángel Reglero

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