Alguien dijo que la vida son ciclos y si algo se caracteriza por estar llena de ellos es la agricultura y la ganadería… que año tras año, campaña tras campaña repite los mismos casi de forma mecánica y reiterada…
Y es que es ver como en el calendario cae los días de agosto para que todo se prepare para una de esas actividades que más empleo generan en este sector, que más alegrías da y que, a los que nos gusta esto de la fotografías, mejores estampas nos deja: la vendimia…
Viendo cómo está el patio, me refiero a los líos con los rusos, el precio de la patata o los cereales, la leche en retirada… son muchos los que confían en que la recogida de la uva de sus majuelos les de alguna alegría… Pues la pinta, parece que nos mala, ya se habla de una vendimia de 250 millones de kilos, con una calidad en la uva bastante buena, y sin que la presencia del temible oidio, hasta la fecha, no haya sido muy importante, aunque se trata de un enemigo complicado que siempre está al acecho por lo que los buenos viticultores de Castilla y León están alerta para tratar de contenerle…
La pinta es buena, decía… pero claro…ahora llega lo malo de todo esto, hablar de los precios… y que quieren que les diga… estos dependen siempre de quien lo cuenta, pero leyendo lo que uno lee sobre lo que pasa en Castilla La Mancha, aún sabiendo que la situación de allí es muy distinta a la que se vive por estos lares… me acuerdo de aquello de que “cuando las barbas de tu vecino las veas pelar… pon las tuyas a remojar” que sigue teniendo una más que preocupante vigencia…aunque esperemos que no sea ese año…
Las 36.000 hectáreas de viñedo en la región aglutinan muchas ilusiones. Siempre me ha parecido que los viticultores y buena parte de los bodegueros viven su trabajo, su labor, con una pasión que difícilmente se encuentra en otros sectores… a veces da la sensación cuando conversas con ellos sobre este tema que hablan casi como de sus hijos, y es que el trabajo en la uva, en el vino ofrece una gratificación muy especial que hace que “enganche”… que hace que, a la menor oportunidad, te muestren con orgullo sus majuelos o el nuevo vino que ha salido de las uvas tras meses de trabajo callado en la bodega
Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los sectores estrellas de esa pujante industria agroalimentaria de Castilla y León que gana adeptos cada campaña, de tal forma que los vinos de esta región son los únicos que, año tras año, ven como su cuota de mercado es cada vez mayor, poniendo en evidencia que esa apuesta por la calidad está dando sus frutos y no sólo en el mercado interior sino que también en el exterior con un incremento continuo de las exportaciones que se han convertido en estos años de crisis en España en la tabla de salvación para muchas bodegas que han ido abriendo mercado, poco a poco, botella a botella, en países como Alemania, Suiza o Estados Unidos.
Buena vendimia a todos
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