Y parece que la culpa no era de los pedos de las vacas

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Seguro que Oscar me perdona que me haya apropiado para el título de esta pequeña opinión de parte del Twitter que mandó el otro día pero es que, coincidencias mentales, pensamos lo mismo casi en el mismo momento “¿pero no nos habían dicho que la culpa de la contaminación y del cambio climático la tenían, con perdón, los pedos de las vacas?”

Hace ya un par de días, buscando alguna buena noticia dentro de la vorágine de malas que nos provoca el maldito coronavirus, empezaba a aparecer en distintos medios de comunicación como mejoraba la contaminación como consecuencia de la bajada de la actividad en general, pero especialmente de las restricciones de movimientos ya sean de coches y especialmente de aviones. Automáticamente me vino a la cabeza una irónica reflexión, “no puede ser…si las vacas se siguen tirando los mismos pedos…”, pues, y lamento informar a muchos, ellas siguen con la misma actividad, siguen trabajando igual, no se pueden acoger a ningún ERTE y menos si queremos seguir rellenando de leche esos bonitos tetra briks de leche que nos hemos lanzado a comprar en masa en los últimos días o esas bandejas con hermosos filetes que almacenamos sin ningún control por miedo a la pandemia.

La verdad que ha hecho falta, por desgracia, que apareciese esa enfermedad para que uno de los grandes mantras defendidos en la Cumbre del Clima de Madrid se viniese al traste, el sector agrario tiene una parte de culpa del cambio climático y la contaminación en general pero eso, sólo una parte, y muy pequeña de esa realidad. Ha bastado la ralentización, casi mejor parón, de la economía por el Covid 19, para que los índices que definen esa situación bajen con estrépito mientras la actividad agraria se mantiene al 100%, entre otras cosas porque gracias a ella, si lamento informar a muchos que pensaban que la carne y la leche salía de los estantes del Mercadona cuál setas silvestres, podemos comer todos los días, e incluso, si se me permite la opinión hacerlo muy barato con la mayor seguridad alimentaria y calidad del mundo.

Precisamente esa sensación de culpar a agricultores y ganaderos de la situación vivida con el medio ambiente salida de encuentros como la citada Cumbre del Clima pero que son generalizados fruto del lobby que determinados grupos conservacionistas ejercen sobre el conjunto de los consumidores, han causado un hartazgo entre los profesionales que se dedican a esa actividad primaria que se ha plasmado en las protestas generalizadas vividas en el conjunto de España en las últimas semanas. Es verdad que los precios agrarios son bajos, que hay un desequilibrio en la cadena alimentaria, incluso que la subida del Salario Mínimo Interprofesional perjudica al sector de una manera clara complicando labores como la recolección y todo eso ha generado un caldo de cultivo que ha animado a las protestas, pero después de hablar con muchos agricultores y ganaderos, es cierto que de Castilla y León, quizás la gota que ha colmado el vaso es la sensación de que se les está culpando, de forma injusta, del cambio climático, del destrozo del medio ambiente… cuando son los primeros que se preocupan del mismo, entre otras cosas porque viven de él y en él

Blog de José Ignacio Falces

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