«Las empresas telefónicas las que más ganan… en la recogida de patata»

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Perdónenme la broma del titular de este pequeño artículo de opinión pero era la primera reflexión que te planteas cuando pasas una mañana en el campo, apenas tres horas, con los técnicos y responsables de una de las empresas punteras en lo que ha comercialización de patata lavada se refiere como es Patatas Meléndez, a los que agradezco las atenciones que prestaron a este periodista en un momento de alta actividad como es el que viven en estos días de campaña de recogida.

40, 50, 60… llamadas en apenas tres horas ponen en evidencia el motivo de ese titular, situación esta que me llevó a pensar, en más de una ocasión, que estaba más cerca de dos bróker de Wall Street que de sendos técnicos del sector de la industria de la patata… y que en vez de estar ante varias hectáreas de este tubérculo en Villeguillo o Campo de Cuéllar podía estar ante las miles de pantallas de plasma, llenas de gráficos, de líneas de subidas y bajadas que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos o imaginamos la figura de ese bróker en plena actividad y del que sólo se escucha “compra”, “vende”… y que tan bien interpretó Michel Douglas hace ya unos años.

Que el sector de la patata está viviendo una buena campaña es evidente que no se puede negar, basta con mirar los precios que, por ejemplo y sólo cómo una referencia, muestra cada semana la Lonja de Salamanca con la “jaerla” por encima de los 0,30 euros, aunque ha bajado en la semana en curso… también es innegable que se vienen de dos años malos o muy malos que han provocado por ejemplo que esta campaña no se hayan llegado a las 20.000 hectáreas sembradas… pero todo esto no es nada novedoso, es simplemente, el día a día, o mejor la campaña a campaña, que viven los cultivadores de este tubérculo desde tiempos inmemoriales.

Este sector es, y a pesar de los esfuerzos de unos y otros, en muchas ocasiones más de intenciones que de actos, el peor organizado de todos los que existen en el mundo agrario, lo que provoca que se viven campañas en las que la especulación, el “jugar a la bolsa… y a ver que pasa”… es el día a día.

La desestructuración que vive, salvo honrosas excepciones, provoca esos dientes de sierra tan brutales que todos los integrantes de la cadena de valor del producto soportan, especialmente, los agricultores, la parte más débil frente al resto de componentes de la misma… aunque tenemos que reconocer que la ausencia de “cultura de firmar contratos” les está dañando sobremanera, algo inexplicable si se mira la actitud que tienen en otros sectores como la remolacha, por ejemplo, en los que lo primero que se hace es firmar un contrato que incluso se cumple.

Esa necesidad de organización es indudable, pero no es menos cierto, que llevamos así desde los tiempos inmemoriales. La Interprofesional de la Patata de Castilla y León está en fase de constitución, ahora se está pidiendo a los agricultores que den el respaldo necesario a quienes les van a representar… pero ha tenido el problema de dar esos pasos en un momento de bonanza de precios… y claro… cuando todo va bien… nos olvidamos de todo, de organizarnos, de estructurarnos, de los contratos…, algo muy humano, por otra parte.

Son muchos años los que los cultivadores de patata, pero en general todos los integrantes del sector, llevan viviendo en esa especie de montaña rusa que es el sector más desorganizado del medio rural… pero ¿ha llegado el momento de cambiarlo?… es evidente que si y quizás en esta campaña, buena en precios, se ha perdido una evidente oportunidad… pero la naturaleza humana es la que es… así que seguiremos viviendo en el “compra” – “vende”, en ese alambre sobre el precipicio… y ya con la espada de Damocles… de la próxima campaña que…¿cómo toca?… 

Blog de José Ignacio Falces

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