La importancia de llamarse Ernesto… o la importancia de un “no obstante”

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Siempre me resultó ingenioso el título de la obra teatral de Oscar While y me viene que ni pintada para este artículo que se podría encabezar con algo parecido a “La importancia de un… no obstante”.

Y dirán ustedes que nos cuenta este Nacho… pues es muy sencillo la simple inclusión de esas dos palabras, no de forma literal pero si en el espíritu, ha causado un auténtico terremoto en el sector agrario tras conocerse el contenido definitivo de los Reales Decretos a través de los cuales se va a plasmar la reforma de la Política Agraria Comunitaria, PAC, en el día a día de nuestros agricultores y ganaderos.

Buena parte del sector considera que el avance que suponía ese 20% de actividad propiamente agraria para tener el reconocimiento de “agricultor activo” simplemente se ha ido al traste con ese “no obstante” que va a permitir cobrar la PAC a los que algunos denominan “agricultores de sofá”, incluso la ministra en algunas de sus intervenciones, o los que los sesudos burocráticas de Bruselas han dado en denominar los “solicitantes que mantengan en buenas condiciones una determinada explotación agraria”

Parece mentira pero eso del “agricultor activo” había calado en los que se dedican a la agricultura y ganadería, sin llegar a ser la solución a esa situación que, no por repetida no deja de ser significativa, por ejemplo, hace que en Castilla y León haya, más o menos, 90.000 solicitantes de la PAC y que sólo coticen a la Seguridad Social como agricultores y ganaderos unas 42.000 personas, si que daba la sensación de que era un avance y un paso adelante importante a la hora de impulsar que los fondos que llegan desde Bruselas lo hagan directamente hacía quienes de verdad viven del trabajo en su explotación.

Sin embargo, el gozo en un pozo, y ese 20% que era necesario declarar como actividad agraria para percibir la PAC se ha visto sustituido gracias a la ese“no obstante”, perdónenme la reiteración, que abre las puertas a un número importante de solicitantes que ya estaban buscando la fórmula, que las hay y bien sencillas de poder salvar ese requisito para seguir cobrando la famosa PAC. Ahora ya no se van a tener que complicarse la vida sino que les va a valer con que “asuman el riesgo empresarial” como dice la normativa pero claro ya me dirán ustedes como se mide lo del riesgo, tendremos que hablar con el montañero leonés Jesús Calleja a ver si tiene algún aparato que nos permita estimar el nivel de riesgo y dotar a los funcionarios de la Dirección General de Política Agraria Comunitaria con el mismo para que vayan por esos campos de Castilla y León midiéndolo y evitando que alguno se sigan aprovechando de los fondos que llegan de Bruselas sin tener esa consideración de agricultor activo.

Mucho malestar ha generado el cambio normativo instado desde la propia Bruselas y que Isabel García Tejerina ha asumido como propio, quizás por obligación. Pero no se confundan hay comunidades autónomas que están muy, pero que muy cómodas con el nuevo sistema del “riesgo empresarial”, no se olviden ustedes que fue Castilla y León, a través de Silvia Clemente, respaldada por el documento de consenso aprobado con las organizaciones agrarias, la que fue más allá a la hora de definir las condiciones de “agricultor activo” llegando a pedir ese, ahora mítico 50%, mientras otros, sinceramente, reclamaban, eso si de puertas para adentro de la sala de reuniones del Ministerio, que se olvidasen de esa circunstancia aunque “no obstante” les parecía un tema y un aspecto a mejorar… y es que un “no obstante” vale para un roto y para un descosido o parafraseando a Oscar Wilde “La importancia de… un buen no obstante”

Blog de José Ignacio Falces

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