¿A quién votará el campo?

pict0794 0

Estamos ya a muy pocos días de unas Elecciones que se mueven entre el escepticismo generalizado de los ciudadanos y las comprensibles ansias de castigo por parte de electores que se sienten defraudados con el equipo de sus amores,  no necesariamente con el que en estos momentos gobierna, o no sólo con él. Puede ser culpa de los políticos, profesionales o no de su actividad, o de los periodistas, profesionales o no de la nuestra, pero lo cierto es que los ciudadanos, al menos en España, no parecen ser conscientes de la trascendencia de elegir un Paramento en el que se toman decisiones muy, muy importantes para todos los países miembros y, muy especialmente, en lo que se refiere al mundo de la agricultura, la ganadería y ese contenedor de tantas cosas que es la ecología.

Por eso, hoy, me pregunto cómo votará el campo. Y, aunque creo que los hombres y mujeres del medio rural no son muy diferentes de los de la ciudad, menos en un mundo globalizado, sí creo que, en los pueblos aún quedan gentes mucho más reflexivas, pausadas en sus decisiones, que todavía se dejan guiar por el sentido común y no tanto por lo que digan los supuestamente grandes medios de comunicación, tantas veces enfrascados en la guerra bipartidista y en una segunda guerra consistente en acallar aquellas voces que, sea por el motivo que sea, y muchas veces legítimo, intentan hacerse un hueco entre los asfixiantes argumentos de “lo que nos conviene”.

Así las cosas, con una previsiblemente alta abstención, respetable pero preocupante , igual el hombre del campo, e igual también el de la ciudad, huye estos días de los argumentos grandilocuentes, de las estadísticas, del supuesto interés común o general, que es la mejor manera de anular al individuo y acabar con el liberalismo en su cara más social y decide su voto, simplemente, por su interés particular, que no es poco sino, al fin y a la postre, lo que cuenta.

Lo más probable es que, quienes vayan a votar de manera reflexiva, no se detengan a pensar en cómo ha ido al vecino, al amigo o al desconocido. Lo más probable es que se plantee si ha mejorado su situación personal y familiar en los últimos años, cómo han afectado a su empresa las decisiones del gobierno y del partido que lo sustenta, cómo un pequeño gesto o una decisión aparentemente inocente ha quedado grabada en esa memoria que se activará el día 25.

No sé si vale, a mí no, desde luego, ese argumento de no sé a quién votar. Como decían los orwellianos protagonistas de Rebelión en la granja, todos los animales son iguales pero algunos son más iguales que otros. El día 25, los ciudadanos tendremos que elegir entre 39 candidaturas (si no se cae alguna a última hora); hay opciones desde la derecha más derecha más derecha (que no es la que algunos pretenden hacernos creer) hasta la propia ETA, que sigue campando a sus anchas por las listas electorales. Pero, salvo este último caso, quizá el lugar sea lo de menos, lo importante será cómo las decisiones globales hayan afectado a cada uno o a su empresa.

Blog de Ángel Cuaresma

Deja un comentario

Share This