“El género gramatical”

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Sé que no lo voy a conseguir pero intentaré dar una explicación ‘desideologizada’ de la confusión, más o menos intencionada, del significado de la palabra género y en qué contextos y en cuáles no se debe utilizar. Lo intentamos.

Desde hace ya tiempo, demasiado, una parte parece que no pequeña de la sociedad intenta, y parece que ha conseguido, imponer una especie de significado anglosajón a la muy española palabra género. Es curioso, quienes más odian la democracia y el liberalismo, es decir, quienes menos gustan de la tradición monárquica en un lugar y republicana en otro, son aquellos en los que tiene su origen esta imposición.

Hoy, la confusión está más que extendida y el uso incorrecto, ya veremos si perverso, de esta y tantas otras palabras no es sólo pecado de esa ideología antiliberal. Por el contrario, su reconocimiento ‘de facto’ lo es por obra y gracia de esa malhadada corrección política que se extiende como el coronavirus por partidos políticos, colectivos sociales, empresas (sobre todo, multinacionales) y, lo que es peor, los medios de comunicación que, en su día, tuvieron autoridad moral e intelectual para sentar cátedra y conformar expresiones.

Pero, por mucho que la epidemia se convierta en pandemia, el uso no dejará de ser incorrecto aunque mucho me temo que hasta los académicos, que tienen más bien poco que perder, se plegarán a la comodidad muelle de sus sillones, nunca mejor dicho.

Pero expliquemos, o intentemos, el error. Éste, insólitamente, proviene de una de las pocas situaciones lingüísticas en que el inglés es más rico que nuestro español. A saber, en la lengua de los paisanos de Shakespeare, siempre tan puritanos ellos, existen dos palabras para referirse al sexo. Una de ellas, la tan temida, al menos, por quien escribe, gender, de la que proviene el malintencionado error, significa, sí, sexo, para diferenciar (que hay diferencias, claro) mujer y hombre. Mientras, el inglés conserva la palabra sex para referirse a la práctica, real o deseada, de la actividad sexual.

Sin embargo, en español, el sexo, tanto en su acepción de diferencia entre hombre y mujer (no hay más sexos, eh) como en su referencia a la práctica, real o deseada, sólo se define con las aludidas cuatro letras.

Lo otro, el género, en español o castellano, que tanto da, es el que hace referencia a la condición de las palabras, que pueden ser masculinas, femeninas y, aquí sí, neutras; o también a las características físicas de determinados productos, muy especialmente, que dirían los manuales, los tejidos.

Lo demás son ganas de tocar eso tan relacionado con el objeto de este humilde artejo que, por otra parte, no sé en qué género (jeje) literario se puede incluir. Probablemente, en ninguno, y menos en el sexo.

Blog de Ángel Cuaresma

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