El Árbol podado

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La venta de la cadena de supermercados El Árbol a Día no es sino la crónica de una muerte anunciada, si bien en este caso habría que habar, más que de muerte, de resurrección de una compañía cuyo destino empresarial estaba más que escrito desde hace años y al que de nada han servido los costosísimos remedios públicos que se le han aplicado en los últimos años.

Hoy, con el árbol podado y a la espera de que crezcan nuevas ramas que garanticen su supervivencia, es hora de preguntarse qué ha sucedido. Es verdad que todas las empresas de distribución, en un mercado benditamente competitivo, trabaja con unos márgenes comerciales muy, muy ajustados; pero no es menos cierto que Castilla y León es territorio abonado para la presencia de más cadenas de super e híper , entre otros motivos porque aquí nunca preguntamos la procedencia geográfica de quien se instala en nuestra tierra. Así las cosas, cadenas gallegas, asturianas, cántabras, valencianas y multinacionales francesas y alemanas, crean empleo, riqueza y bienestar y, con ganancias más  o menos jugosas, siguen trabajando por Castilla y León sin necesidad de ser eso que se llama de aquí.

Qué ha pasado, insisto, con El Árbol. No se nos olvide que la administración pública y las cajas de ahorro crearon en su día (perdón por lo de día) una sociedad instrumental cuyo único trabajo, o casi, fue sostener mediante sustanciosas inyecciones, a la cadena hoy vendida a precio de saldo, vamos, de oferta. Ayudas que, por definición, atentan de manera flagrante contra el libre mercado que reconoce nuestra Constitución.

No sé si alguien tendrá la respuesta pero ya quisieran las restantes firmas del sector haber contado con esta ayuda de una ciudadanía, obligada a respaldar con su dinero pero a la que, claro, no se podía obligar a comprar donde no quiere. Decisiones estratégicas equivocadas, errática política de marketing, poca visión comercial… No sé. Ahora toca alegrarse de que una empresa, esta sí que de aquí, pues como tal debemos considerar a quienes operan con sus tiendas en Castilla y León, haya rescatado, deuda y préstamo participativo por medio, un grupo al que deseo, por supuesto, el mantenimiento del empleo y de sus relaciones con el sector primario más cercano a nosotros.

Blog de Ángel Cuaresma

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